En medio de decenas de partidarios en un salón de celebraciones en Trípoli, reapereció públicamente el líder libio Muammar Gaddafi para celebrar el "34 Aniversario del Poder del Pueblo".
Las imágenes de la televisión estatal mostraron a un Gaddafi relajado y satisfecho mientras sus seguidores coreaban "Dios, Muammar, Libia o nada".
Frente a los últimos acontecimientos y la presión internacional para que deje el poder, Gaddafi dijo que el futuro de su país está "en las manos del pueblo libio". Fue en ese momento que insistió que al no ser Presidente del país no puede dimitir ni tampoco disolver el Parlamento, ni la Constitución.
En esta línea remarcó que el mundo no entendía el sistema libio que pone el poder en las manos del pueblo.
"Metemos los dedos en los ojos de quienes duden de que Libia está gobernada por nadie más que su pueblo", dijo Gaddafi ante los aplausos de la audiencia, en referencia a su sistema de "democracia directa" que subrayó en su manifiesto político, el libro Verde. "Los ataques contra mí son considerados por la gente libia como ataques contra su símbolo y dignidad", manifestó.
Gadafi aseguró que "no hay manifestaciones ni en Al Baida, ni en Bengasi" y volvió a su tesis de echar la culpa de las revueltas a Al Qaeda. De paso insistió en su discurso que él y sus fuerzas combatirán "hasta la última gota de su sangre" para "proteger a Libia" ya que, según aseguró, "el complot viene del extranjero". Advirtió que si Estados Unidos o los países de la OTAN entran en Libia "habrá miles de muertos".
El líder libio recordó que la revolución que encabezó fue para liberar el territorio y los campos petrolíferos de los EE.UU. y de las fuerzas británicas y para entregarlos a su pueblo.