El diseñador italiano Gai Mattiolo, padre del "prêt-à-couture", mezcla entre la alta costura y lo artesanal, irá a juicio por la supuesta bancarrota fraudulenta de algunas de sus sociedades, sospecha que llevó a la Policía de Italia a detenerlo bajo arresto domiciliario en diciembre de 2008.
Según informaron ayer fuentes judiciales, el juez de audiencias preliminares Luciano Imperiali dispuso el procesamiento de Mattiolo, junto a otras siete personas, en un juicio que comenzará el 11 de noviembre próximo en la décima sección penal del Tribunal de Roma.
Entre esas otras siete personas que afrontarán el juicio figuran también el asesor y antiguo abogado del modisto, Giancarlo Tabegna, así como los ex consejeros de la Gai Mattiolo SA Attilio Vaccari y Alessandro Nicolais.
Las acusaciones de delito que pesan sobre el modisto son las de bancarrota fraudulenta preferencial impropia, bancarrota fraudulenta de sustracción impropia, bancarrota simple, y omisión en la presentación de declaraciones anuales de impuestos de la renta e impuestos sobre valor añadido (IVA) de la sociedad Gai Mattiolo Holding y de la World Fashion Kft.
Según los investigadores del caso, Gaetano (Gai) Mattiolo y su antiguo abogado llevaron a cabo gestiones fraudulentas "con el fin de restar fondos a las arcas de la Gai Mattiolo SA, que tiene un contrato de sub-licencia con la casa de moda principal".
Supuestamente el modisto, a sabiendas de la situación de grave crisis financiera que atravesaban algunas de sus sociedades, derivaba parte de sus ingresos a otras entidades.
La sociedad crediticia Gai Mattiolo Holding fue, según los investigadores, privilegiada con una cantidad superior al millón y medio de euros, a través de compensaciones de crédito y débito procedentes de otras entidades con el nombre del diseñador.
En la orden de detención dictada contra el modisto se aseguraba que Mattiolo y Tabegna realizaron "un pago mediante compensación entre el crédito comercial, igual a 1,55 millones de euros derivados de la cesión de las marcas 'Gai Mattiolo', y el débito de 1,74 millones de euros" de las sociedades Gai Mattiolo en Italia y Luxemburgo a la Gai Mattiolo Holding.
En todo este tiempo, el modisto ha defendido que él es "sólo una víctima estafada" de todo este asunto.
"Como la prensa sabe, estoy inmerso en litigios desde hace ya tiempo por operaciones hechas sin mi conocimiento y en mi perjuicio por mi ex abogado Giancarlo Tabegna. Estoy convencido de que la justicia arrojará luz sobre todo este asunto", explicaba en un comunicado divulgado poco después de su detención.