Hace cinco años la atención internacional de la que empezaba a gozar la arquitectura chilena convenció al MoMA de Nueva York para implementar en Santiago una versión satélite de su concurso Young Architecture Program (YAP), que hace 16 años invita a jóvenes arqutiectos a experimentar con formas y materiales en un pabellón temporal de verano. Era primera vez que la idea salía de EE.UU., en un alianza que el museo neoyorquino hizo con la oficina nacional Constructo, de los arquitectos Marcelo Sarovic y Jeannette Plaut. Hoy, el concurso YAP_ Constructo está consolidado en el país, y el MoMA ha llevado la idea a Estambul, Roma y Seúl.
"Existen focos mundiales de buena arquitectura. Está Japón, España, Suiza y Portugal, que aunque son países pequeños, tienen una tradición arquitectónica fuerte. Lo mismo pasa con Chile: nunca hemos dejado de sorprendernos con los talentos de acá", dice el arquitecto portugués Pedro Gadanho (1968), curador del MoMA y cordinador del YAP Internacional. Esta semana estuvo en Santiago, justamente para elegir al ganador de la sexta versión del concurso local, junto al resto del jurado formado por el arquitecto Smiljan Radic, el director del Museo de Bellas Artes, Roberto Farriol, y la dupla de Sarovic y Plaut.
El premio, que se falló entre cinco finalistas, recayó en Guillermo Hevia y Nicolás Urzúa, ambos de 28 años, con un proyecto que promete ser una experiencia sensorial: usando láminas de acero inoxidable crearán una galería curvilínea, con diferentes espacios que las personas podrán recorrer, al mismo tiempo que el volumen espejado se mimetiza con el entorno.
La propuesta se instalará en marzo del próximo año en el Parque Araucano, con apoyo de la Municipalidad de Las Condes. "Con pocos elementos, es capaz de generar una experiencia atractiva y envolvente", dice sobre la obra el curador portugués, quien ha sido jurado desde 2012.
"En EE.UU., el concurso ha ido derivando en temas de sustentabilidad y ecología; en Chile, en cambio, aún veo una inclinación por temas propios de la arquitectura como el espacio o la relación con el visitante", dice Gadanho.
Arquitectura crítica
Gracias al programa YAP, Gadanho estrechó lazos con Chile. El año pasado adquirió para la colección del MoMA obras de Smiljan Radic y la oficina de Pezo y Ellrichshausen, las que exhibirá en el museo en julio, en la exposición Endless House sobre arquitectura y arte. En paralelo, la oficina Constructo afina una muestra sobre arquitectura contemporánea chilena, con 20 exponentes locales, que se hará en febrero en el prestigioso Center for Architecture de Manhattan.
Para Gadanho la arquitectura mundial se divide en dos tendencias: una muy técnica, con construcciones hechas para satisfacer necesidades económicas, y otra que aspira construir con un punto de vista artístico. Esta última es la que más le interesa. "Siempre he visto la arquitectura al nivel de la literatura o el cine, capaz de generar ideas y una cultura crítica que se va transmitiendo. Por eso es tan importante el YAP, porque además de dar visibilidad a talentos emergentes, da espacio total a la creatividad y a la experimentación, dos elementos díficiles de asociar en estas sociedades comerciales".