El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comenzó el año con una tasa de aprobación del 50 por ciento, una de las más bajas desde que llegó al poder el 20 de enero de 2009, indicó hoy una encuesta de Gallup.
Según el sondeo, divulgado en la página de internet de Gallup, el 50 por ciento de los estadounidenses aprueba la gestión de Obama y el 44 por ciento lo desaprueba.
A manera de comparación, la tasa de aprobación era del 68 por ciento en los primeros días de su presidencia en enero de 2009, señaló Gallup.
Según el sondeo, el 84 por ciento de los demócratas aprueba la gestión de Obama, en comparación con el 47 por ciento de los independientes y el 14 por ciento de los republicanos.
La encuesta fue realizada entre el 2 y 4 de enero pasados.
El nivel de aceptación de Obama ha oscilado en el 50 por ciento desde mediados de noviembre pasado, cuando las cifras se situaban entre el 47 y 53 por ciento, agregó la encuesta.
Pese al descenso de popularidad, el apoyo al mandatario aún no ha bajado al punto en que más estadounidenses desaprueben de su gestión.
La tasa de aprobación actual figura entre las más bajas para un presidente de EE.UU. desde la Administración de Dwight Eisenhower (1953-1961).
Sólo el republicano Ronald Reagan (1981-1989), que al igual que Obama asumió el poder en una situación económica difícil para la nación, comenzó su segundo año con una tasa de aprobación más baja, del 49 por ciento, según Gallup.
Sin embargo, el porcentaje de estadounidenses que desaprueba de la gestión de Obama, del 44 por ciento, es un poco mayor que el que obtuvo Reagan al inicio de su segundo año, que fue del 40 por ciento.
Según la encuesta Gallup, el umbral del 50 por ciento es importante porque ningún presidente de EE.UU. ha ganado la reelección al final de su primer mandato con una tasa de aprobación media inferior a ese nivel.
El republicano George W. Bush comenzó su segundo año con una tasa de aprobación del 84 por ciento, pocos meses después de los atentados de 2001 y de la invasión de EE.UU. en Afganistán.
Su padre, George H.W. Bush, tuvo una tasa de aprobación del 80 por ciento al comenzar su segundo año.
"Dada la velocidad con que Obama ha descendido a este nivel (...) es una señal de advertencia de que su Administración está a punto de perder el apoyo de la mayoría", advirtió la encuesta Gallup.
