Siete días después de ser ratificado por el directorio como nuevo presidente del Sifup y tres antes de Navidad, Gamadiel García (37 años) recibe a La Tercera en las instalaciones del Sindicato Interempresa de Futbolistas Profesionales. Su elección, por abrumadora mayoría, puso fin a 18 años de mandato de Carlos Soto al frente del grupo gremial, uno menos de los que lleva este incombustible trotamundos del balompié, todavía activo, inserto en el profesionalismo.
Vestido con camisa blanca de manga corta, jeans grises y zapatillas café, el líder de la disidencia en los comicios al Sindicato ingresa sonriente en su flamante despacho. "Tú pregunta, que yo respondo a todo. Y si no me gusta alguna pregunta, lo resolvemos a combos", bromea, antes de estallar en una sonora carcajada. "Por algo tengo aquí conmigo a dos tipos fuertes, como Fernando (Burgos) y Luis (Marín)", añade.
Pero no hará falta llegar a las manos. Porque con su look de viejo rockero de las canchas todavía intacto y cumpliendo su promesa inicial, Gamagol, el ex capitán del último club chileno desafiliado, el volante de Deportes Colchagua, el padre de familia de tres hijos y el director de orquesta del Sifup del recambio (es decir, el mismo tipo) responderá a todas las preguntas. A las amables y a las no tanto. Pero antes de abordar la primera, se arremanga ligeramente la camisa dejando entrever el león que lleva tatuado en el brazo. Un león de algún modo bicéfalo, pues es un homenaje -apunta- a los dos equipos de sus amores, "Deportes Concepción y Universidad de Chile".
¿Gamadiel o Don Gamadiel?, me imagino que hay que incorporar el título ahora que es dirigente...
Para nada. Me parece que la esencia está en no creerse el cuento con el poder.
¿Todavía es más de pelota que de corbata, entonces?
Todavía somos futbolistas profesionales y estamos relacionados con el día a día del fútbol. Esa experiencia es la que traemos aquí a la oficina.
¿Se imaginaba hace unos meses sentado en este despacho?
Siempre tuve la inquietud de poder ayudar a mis compañeros. No me imaginaba siendo presidente, tampoco obteniendo la primera mayoría de las votaciones, pero sí trabajando para el beneficio y bienestar de mis colegas.
¿De dónde le viene esa vena sindical?
Mi familia siempre me inculcó el hacer respetar mis derechos y mis compañeros de club en la U, ya en ese entonces, siendo uno de los más jóvenes, siempre me invitaban a las reuniones con los dirigentes para que fuera aprendiendo. También tuve algunos episodios que no sé si llamarlos de abuso laboral o no. Cuando tenía 22 años no me quisieron respetar un contrato de trabajo en la U y me mandaron a entrenar con los juveniles. Creo que ahí empezó todo.
¿Esperaba una victoria tan contundente en las elecciones?
Sí, porque mis compañeros, con los que he tenido relación en cada uno de los camarines a lo largo de los 20 años que llevo ya de carrera, saben cuál es mi manera de actuar, conocen mis pensamientos.
¿Fue su designación un castigo a la gestión de Carlos Soto?
No hablaría de castigo para nada, pero sí que hablaría de la renovación. Ellos vieron en mí el cambio, vieron en mí tal vez las ganas de querer hacer cosas distintas y apostaron por eso.
Usted dijo que no había cargo que aguantara 18 años.
Exactamente.
Pero Carlos sigue siendo parte del directorio. ¿Buscaban un lavado de imagen y continúa él dirigiendo en la sombra?
Es indudable que el manejo que tiene Carlos y la trayectoria no se la vamos a borrar nosotros. El apoyo que nos brinda, desde el conocimiento, es muy importante. Nosotros no somos los que entramos y sabemos todo. Contar con la gente que estaba en la gestión anterior me parece la mejor manera de hacer el cambio.
Usted lideraba la lista de la disidencia, ¿por qué cree que le votaron?
Porque tengo las ideas claras hace mucho tiempo sobre qué es lo que quiero yo en el día a día para cada una de las divisiones. Me encantaría que tuviéramos una estandarización de pagos. Si es fútbol profesional, yo quiero que todos tengan las mismas condiciones. Sé lo que puede hacer falta y creo que mis compañeros lo ven de la misma manera.
Oyéndolo hablar, se diría que es una especie de libertador, algo así como un Robin Hood del fútbol chileno.
Es que siempre que viene alguien y todavía pertenece al fútbol es ésa una imagen que se va creando, la de alguien más cercano. Porque al estar inserto aún en la profesión, estoy viviendo los mismos problemas que vive el resto, haciendo los mismos viajes en bus y no puedo quedar indolente ante las situaciones que se van generando.
¿Eso es un sí?
No me gustaría catalogarme como nada, pero sí que soy muy cercano a los jugadores. Toda la vida he tenido el mismo carisma y no voy a cambiar para nada por el cargo que tengo.
¿Eso implica una responsabilidad mayor? Puede que se le exija más precisamente por eso.
Yo creo que la responsabilidad es inevitable. Y eso lo asumimos cuando nos presentamos. Lo asumo, tomo ese guante y me hago cargo.
¿Cuál va a ser la relación con la ANFP durante su mandato?
Queremos que sea una relación de diálogo. Queremos que la ANFP ejerza los controles sobre los equipos que ella representa, pero creo que estamos al debe en algunos reglamentos. Me parece que estamos fallando en el control y eso genera conflicto en los jugadores y sus jefes.
¿Se plegará menos su directorio a lo que digan los jefes?
A ver, yo no puedo hacer castillos en el aire y pretender que todas mis ideas sean las perfectas y que todas se vayan a implementar. Tenemos que buscar el mecanismo para generar lo que nosotros queremos. Si yo presento un paro en el día de hoy, va a ser por un tema puntual, por un tema de reglamento, y créeme que no lo voy a levantar si la situación no se soluciona.
¿No habría levantado entonces, de haber sido presidente, el último paro convocado por el Sifup?
No, porque trajo un montón de situaciones adversas para el futbolista. Contratos bajos, abusivos, de equipos que se reforzaron a muy bajo costo y por un torneo que no es competitivo. Me parece que del último paro no se obtuvo nada y eso no puede suceder.
¿Veremos a los seleccionados que juegan afuera apoyando ahora al sindicato?
Me parece que la Selección es un tema pendiente. El apoyo que nos puedan brindar ellos como nuestros referentes en el fútbol mundial. Es un tema que tenemos que abordar, tenemos que pedir una reunión con ellos cuando vengan y presentarles nuestro proyecto. Ellos pueden ser un apoyo importantísimo de aquí en adelante.
¿Quién manda actualmente en el fútbol chileno?
Los presidentes de los equipos son quienes mandan dentro del directorio. En las reuniones que se van generando ellos van tomando acuerdos y me encantaría que en esos acuerdos también estuviera la palabra nuestra como sindicato. Y que se tomara en consideración. Porque nosotros no vamos a hacer vista gorda a ninguno de los temas.
Siempre defendió que los jugadores profesionales en Chile no gozan de privilegios ni firman contratos millonarios, que la realidad es otra. ¿Cuál es esa realidad?
Tenemos que hacer un catastro para saber cuál es esa realidad, pero los que estamos adentro del fútbol sabemos que los contratos millonarios son sólo para elegidos. El resto son trabajadores normales. En el fútbol chileno hay gerentes y también hay obreros, pero la mayor parte de los futbolistas son obreros, que ganan un sueldo normal que lo puede ganar cualquier trabajador.
¿Cobra poco el futbolista chileno, en su opinión?
La mayor parte sí. Cobra como cualquier trabajador de Chile.
El 50% de los chilenos cobran menos de 300 mil pesos mensuales
En ese porcentaje que me planteas, yo creo que están la mayoría de los futbolistas chilenos.
¿Y cuánto cobra el presidente del sindicato de futbolistas?
1.550.000… 1.750.000.
Ese sería su sueldo, entonces.
Sí, ese sería el sueldo.
Más que un jugador de Segunda División profesional…
Más que un jugador de Segunda División. Por eso nos tiene que avergonzar que futbolistas profesionales, ganando mucho menos, no cobren su sueldo.
Usted es ambas cosas. ¿Se siente dirigente o futbolista?
Hoy tengo que estar en una oficina contestando el teléfono, que era algo que no hacía antes, pero la ayuda siempre la he realizado, desde este frente o desde el otro.
¿Es posible compatibilizar ambas funciones?
Así como compatibilicé mis estudios o mi familia con el fútbol. No me quedan diez años de carrera. El orden es fundamental para poder realizar bien las dos actividades.
¿Es más importante en este cargo conocer el camarín o tener la formación adecuada para velar por el interés de los trabajadores?
Me parece que el sentido común en este cargo es fundamental. Para apelar a que un compañero de profesión cobre el sueldo cuando corresponde no hay que tener ni estudios, ni un magíster, ni nada. Sólo motivación y voluntad.
¿Cuál es su formación?
Soy futbolista y me titulé de administrador financiero hace poco, pero uno en la vida nunca deja de aprender.
¿Hay algo con lo que no comulgará bajo ningún concepto?
Yo no voy a transar con reglamentos que están estipulados por la ANFP y que hay equipos que no los están cumpliendo. No podemos hacer vista gorda con finiquitos y sueldos. Y también queremos implementar cosas que hoy el futbolista chileno no tiene, como seguros de salud y capacitaciones para el jugador y su familia.
Este mismo año vivió la desafiliación de Deportes Concepción. ¿Quién tuvo la culpa?
La culpa no la tuvo la hinchada ni la tuvieron los jugadores, la tuvo la administración. Pero se castigó a un equipo, a una ciudad y todavía no veo a los dirigentes de Concepción en los tribunales. Me parece que no fue la mejor decisión que tomó la ANFP, ni el consejo de presidentes, porque se castigó al más débil, al que estaba cumpliendo con lo que firmó.
¿Pudo hacer el Sifup algo más?
Viéndolo hoy desde acá, no. La crítica que nosotros le realizamos al sindicato fue que cuando dijeron desafiliación aprobada para Concepción no hubo un respaldo inmediato a los jugadores.
Entonces sí que pudo hacer más.
Es que como sindicato tenemos poca injerencia en esas decisiones. La opinión de nosotros me parece que es poco valorada dentro del directorio.
Lota Schwager vive hoy una situación similar. ¿Pudo hablar con ellos?
Sí, estamos interiorizados con el tema. Y nos da vergüenza que en el fútbol profesional estén pasando este tipo de situaciones. Indolencia de parte de los dirigentes, gente que se comprometió a pagar y no lo ha hecho... es lamentable.
Parece que no le agrada demasiado el fútbol moderno…
Es que no es lo que esperamos. Tú ves los torneos que tienen en sus países las selecciones que están de avanzada en el fútbol y no creo que tengan estos problemas. Hay que nivelar hacia arriba.
¿Y cómo se hace eso?
Hay que ganar competitividad dándoles herramientas a los equipos para que puedan obtener ascensos. No podemos pedir competitividad con un solo descenso. Y la calidad se gana trayendo jugadores como los de los equipos grandes, de la altura de Buonanotte, que sean de un aporte real.
¿Torneo largo o torneo corto?
A mí me gusta mucho el torneo de playoffs, porque le da posibilidades a los equipos que tienen menos plantilla de pelear.
Dicen, los que lo conocen mejor, que siempre fue el líder dentro del camarín. ¿Se considera un rebelde?
Sí, soy un rebelde, pero con causa. Yo quiero que mi rebeldía sea escuchada y vaya en directo beneficio de mis compañeros.
¿Es un hombre político?
Me gusta la política, me encanta. Me parece que deberíamos ser todos preocupados de la política, porque un país que se preocupa de sus autoridades y del día a día, que se educa, es un país que va a crecer.
¿Se identifica con algún partido?
No me identifico con ningún color político. Encasillarse es lo peor que se puede hacer. Hoy por hoy, derecha, izquierda o centro en nuestro país da igual, están todos lamentablemente cuestionados.
Tiene usted raíces nortinas.
Bueno, yo nací en Santiago, pero mi familia, por parte de padre, son todos del norte de nuestro país, de El Salado (Región de Atacama), aunque ahora están en distintas regiones del norte. La familia de mi madre es de Santiago.
Haciendo un símil entonces entre fútbol y minería, esa actividad tan arraigada en El Salado; ¿quiénes son los mineros y quiénes los capataces en el fútbol chileno?
Nosotros somos los mineros. Si nosotros nos unimos y somos consecuentes con lo que queremos, tenemos la fuerza del minero.
¿Y el capataz es la ANFP o el Canal del Fútbol?
No sé. Ahí me pillaste. No tendría cómo responder a eso. Me parece que en este caso el capataz vendría siendo la ANFP, porque es la que da las órdenes. Aunque también es una realidad que los dineros vienen del CDF y eso es lo que ha mantenido a un montón de equipos por largo tiempo.
¿Qué hace en su tiempo libre para desconectarse de tanto fútbol?
Ser padre de familia y esposo. Tengo tres hijos, dos niñas y un varón, y toco todo tipo de instrumentos, mucho rock, sobre todo, pero también me gustan el hip hop y las baladas.
Usted es formado en la U, ¿qué le parece la guerra abierta entre Johnny Herrera, que fue compañero suyo, y la directiva del club?
Tiene todo mi apoyo Johnny. Nosotros tenemos derecho a la libre expresión. No me parece que en ningún momento Johnny insultó o fue maleducado con sus palabras. Al contrario de lo que generó Carlos (Heller). No fue afortunada su frase. Lo señalé en su momento, no queremos patrones de fundo, queremos dirigentes de fútbol y si él quiere dar una imagen corporativa tiene que llamar al jugador y hablar las cosas a puerta cerrada.
¿Lo dice como ex compañero o como presidente del Sifup?
Como jugador, como presidente y como amigo. En cualquiera de las facetas lo voy a defender, porque soy una extensión de lo que pienso.
Aprovechando que estamos en Navidad. ¿Qué le pide al 2017?
Me encantaría que pudiéramos estandarizar el fútbol, profesionalizar aún más cada una de las divisiones y nivelar hacia arriba. Que todos los equipos peleen por ser campeones y no sólo por mantener la categoría.