Pese al respaldo de la dirigencia, y aunque intentó hacer un partido digno ante Rangers, la "U" finalmente no pudo despedirse peor del Torneo 2013, cayendo ante un cuadro piducano que aprovechó las oportunidades de anotar, en un duelo que fue la despedida de dos jugadores que ya le dijeron adiós al elenco laico: Guillermo Marino y Paulo Garcés.
El volante argentino, de hecho, ya había confirmado que no seguirá en la institución tras el cierre del campeonato del primer semestre, y tras la derrota ante los "rojinegros" solo tuvo palabras de agradecimiento y de elogio para el cuadro donde ganó tres torneos locales, la Copa Chile de este año y la Copa Sudamericana 2011.
"Es una noche con mucha nostalgia, lo que he vivido con este club y esta noche es emocionante. Fueron tres años muy intensos donde se pudieron lograr cosas muy importantes. Haber sido parte del club en ese período me reconforta mucho", afirmó el "Guille".
El ex Boca Juniors, además, recordó las razones de su partida: "Al no tener opción (de renovar), simplemente queda aceptar lo que me tocó. Hablé con el presidente y entiendo la situación del club".
Otro que pudo haber tenido su último duelo con los laicos fue Paulo Garcés. El portero, figura en la primera mitad del partido al contener varios remates de los delanteros de Rangers, dejó en claro que es casi un hecho que se irá, pero valoró el haber demostrado que quiere ser titular.
"(Este partido) fue muy provechoso, supongo que se van a dar cuenta de que quiero jugar cada fin de semana. Siempre he sido profesional y me he matado por la camiseta. ¿Si sigo o me voy? Espero se tome la mejor decisión para mí y para mí familia, pero es casi imposible (competir con Johnny Herrera), solo me tocó jugar cuando él no estaba o no podía jugar".
Sobre su futuro, el ex Universidad Católica es categórico al señalar su principal preferencia: el Cobreloa de Marco Antonio Figueroa. "Sí (me gustaría), con él yo jugué de titular (en la Universidad Católica) y me bancó a muerte. Si puedo irme para allá, lo voy a hacer".
"A los 28 años estoy en la edad para agarrarme un puesto de titular y no soltarlo más. Uno se da cuenta de que tengo las chance de estar jugando y estar en la selección", señaló Garcés, dejando en claro que el plazo para permanecer en la institución había llegado a su fin, luego de extender por este semestre su continuidad.
Así, en medio de las dudas por el apoyo a Darío Franco minutos antes de la derrota ante Rangers, Guillermo Marino y Paulo Garcés vivieron quizás su último partido en la institución laica, la que deberá buscar, según José Yuraszeck ayer, defensor central, un volante y un delantero por la izquierda para reforzar el plantel en el segundo semestre.