El ingreso a la municipalidad de Conchalí es intransitable. Hombres, mujeres y alumnos de jardines infantiles y colegios de la comuna que encabeza el alcalde Carlos Sottolichio se aglomeran en la puerta. Uno de los curiosos porta un micrófono y un parlante. Pide con insistencia que entonen el himno de Chile. Minutos después, irrumpe Gary Medel. El héroe de la Roja ingresa, como puede, en su vehículo Audi R8 negro. Lo acompaña su novia, la periodista española Cristina Morales. Pitbull recibirá el homenaje de la tierra en que creció. Tal como sus compañeros Charles Aránguiz, en Puente Alto, y Francisco Silva, en Quillota.
El paso hacia la sala del Concejo Municipal es igual de caótico. El volante de Cardiff City se detiene a cada rato para complacer a los curiosos. Medel está feliz, se siente en casa. Su sonrisa lo diferencia del carácter hosco que muestra en la cancha. "Llegó el rey de Conchalí", grita una dama. Luce una peluca con los colores de Chile y un emblema en la mano. "Deben darle una avenida", exige.
Entre forcejeos, Medel ingresa al salón en que recibirá la distinción. "Lo más emocionante fue verte luchar, nunca rendirte", expresa Sottolichio en un improvisado discurso. Después, dos concejales toman la palabra. La autoridad comunal le entregó dos testimonios. Uno tiene forma de copa. "Uno es por tu ejemplo de valentía y tu esfuerzo. El otro simboliza la posibilidad de ganar nuevos trofeos, ojalá la Copa América", le dice. Y anuncia que, en las próximas horas, el Concejo decidiría la forma de perpetuar su nombre en la comuna. Las opciones son tres: darle su nombre a una calle, a una plaza o al estadio Municipal.
Medel muestra su faceta más desconocida y se emociona. Su voz tiembla y sus ojos enrojecen. "Quiero agradecer al alcalde. Pero, sobre todo, a mis padres y a mi familia por estar acá y por acompañarme en las buenas y en las malas. Han sido fundamentales. Soy de pocas palabras, pero siempre se los digo", manifiesta. El aplauso es largo.
Luego, agradece el aprecio popular. "Mis compañeros merecen lo mismo que yo. Hicimos un gran Mundial. En Brasil, Chile tuvo a 11 Arturo Vidal, 11 Claudio Bravo, no sólo 11 Gary Medel. Mis compañeros dejaron el alma dentro de la cancha. No sólo los que jugamos, sino todos", dice.
Más tarde, plantea los nuevos desafíos para la Roja. "Lo más pronto son los amistosos y luego planificar la Copa América. Esperamos que la podamos ganar". Y pide que Jorge Sampaoli siga hasta Rusia 2018. "Es un gran técnico, un gran trabajador. Ha hecho muy bien las cosas. Nos gustaría que siga hasta el próximo Mundial", plantea.
Medel reconoce que le duele ver Brasil 2014 a la distancia. "No merecíamos estar eliminados ahora. Espero que el próximo año podamos ganar algo importante para Chile, que lo merece". Y propone un candidato sudamericano para el título: "Ojalá sea Colombia, aunque Alemania también me gusta".
De paso, se refiere a su lesión. "Voy recuperándome de a poco. En un mes estaré bien", añade. Sus vacaciones, en Orlando, le ayudarán. Y enfatiza que su decisión de jugar refleja el espíritu de la Roja. "Mis compañeros y yo estamos dispuestos a arriesgar todo por la Selección. Lo demostró Arturo, igual", concluye. Sobre su futuro da apenas algunas luces: "Soy jugador del Cardiff. Me gustaría ir a Italia. Sé que se abrirán puertas y ojalá se concrete algo. Pero, por el momento, le debo respeto a mi actual club". Podría elegir: lo quieren Inter, Sevilla y Real Madrid.
Después de su paso por la comuna del sector norte de la capital, se desplazó al Museo de la Moda, en Vitacura con Américo Vespucio, donde observó la muestra Chile y los Mundiales. Lo recibió el presidente de la Fundación, Jorge Yarur. La visita fue corta: 10 minutos.
Esta tarde sumará un nuevo reconocimiento. El Ejército, a través de su comandante en jefe, general Humberto Oviedo, lo destacará por "encarnar el espíritu del soldado chileno".