La renovación de su flota de camiones está impulsando Gasco. La compañía reemplazará parte de los vehículos por una flota de camiones que usa gas como combustible, bajando en 60% las emisiones de monóxido de carbono al ambiente y en 70% el material particulado, en comparación con un camión normal.

De acuerdo con la compañía, cada camión, sin estanque y sistemas de distribución, cuesta unos US$ 100 mil, por lo que, en principio, la inversión de Gasco estuvo en torno a los $ 200 millones.

"Las eficiencias que se generan son enormes y evidentes, tanto en el costo del combustible, como en el mantenimiento", señaló Rodrigo Araya, gerente de negocio de transporte de Gasco. El ejecutivo agregó que, de acuerdo al plan de renovación de la flota operada por la empresa, los camiones a gas licuado "son el futuro".

"Concretamente, en los próximos 5 años esperamos haber superado las 25 unidades y en un período estimado en 15 años, haber renovado la totalidad de la flota por unidades a gas", señaló.

Estos nuevos camiones no estarían sujetos a restricción vehicular, y generarían un ahorro de 40% en términos de mantención del camión, y de 20% en combustible, generando un ahorro de hasta $ 3 millones por vehículo al año.