"Es un lindo misterio", responde Gastón Bernardou, consultado por las razones que lo llevaron a ser elegido jurado en Viña 2017. Una respuesta que lanza entre risas y con algo de modestia el percusionista, vocero oficial y fundador de Los Auténticos Decadentes, ya que pese a ser uno de los jueces más improbables de esta edición del certamen, de todos sus pares es el que mejor conoce la dinámica festivalera. De hecho, esta noche, en el cierre de la primera jornada, el músico sumará su cuarta actuación en el Festival junto a sus compañeros de banda, igualando a Fito Paéz como los argentinos con más presencias en la cita.
"Al Festival de Viña lo he seguido toda mi vida, sé la importancia que tiene. A nosotros nos ha ayudado mucho porque si te va bien acá se te abren puertas en otros lados", dice Bernardou, alias "el Francés", uno de los históricos del popular conjunto bonarense que desde 1986 ha inspirado bailes de discoteca y cánticos futboleros de todo el continente, como parte de una carrera de tres décadas que celebrarán en agosto con un show en el Teatro Caupolicán, y que ha ido casi a la par de la de sus compañeros de escenario de esta noche, Los Fabulosos Cadillacs.
Una historia paralela que también se replicó en Chile, porque si Vicentico y los suyos se masificaron en el país gracias a Matador, el hit de 1994 que le terminó dando su apodo al mayor ídolo de la historia reciente de la Universidad de Chile, Los Auténticos Decadentes lo hicieron con éxitos que hasta hoy corea la barra de Colo Colo -como El murguero (Tu-tá-tu-tá)-, grupo que gestionó las primeras visitas del grupo al ex Teatro Monumental, hoy Caupolicán, a fines de los años 90.
"Se da muy pocas veces que podamos coincidir con Los Fabulosos Cadillacs, así que es un lujo lo que pasará en Viña", dice Bernardou deslizando la posibilidad de una colaboración musical para esta noche: "Sé que se está hablando pero no quiero quemar la sorpresa".
¿Cómo es la relación que tienen con los Fabulosos Cadillacs?
Somos como unos primos, siempre nos han apoyado mucho. Ellos fueron la primera banda de nuestra generación que salió a tocar a toda Latinoamérica después de Soda Stereo y en cada país que íbamos nos decían que los Cadillacs hablaban bien de nosotros. Somos de la misma época y tenemos los mismos gustos musicales, así que es una banda muy querida y tenemos la mejor relación.
¿Qué recuerdan de sus primeros conciertos en Chile? ¿El fútbol y los cánticos de la Garra Blanca los ayudaron a entrar?
Siempre tuvimos una relación especial con Colo Colo, porque se dio que nos recibieron desde el principio y porque cantaban nuestras canciones en la cancha, una costumbre de toda Latinoamérica. Pero siempre aquí nos va a saludar gente de todos los equipos, nos regalan camisetas. Tengo la de Cobresal, la de Cobreloa. Antes de eso recuerdo que veníamos sólo a la televisión, allá por el 92, 93, porque canciones como Loco (tu forma de ser) habían pegado mucho. Después empezamos a tocar en lugares más chicos y todo ese trabajo de años ha permitido que ahora podamos venir a un Caupolicán, y tener nuestro público, nuestro aguante como decimos nosotros.
¿Cómo será el show que presentarán esta noche y el del Caupolicán?
Lo de Viña va a ser un poco más condensado. Después volveremos a Santiago a tocar junto a todas nuestras bandas amigas de acá, tal como cuando vinimos a celebrar 25 años. Pero Viña siempre es especial. Todas las veces que hemos tocado ha sido muy lindo y la última (en 2013) fue increíble, porque como era el cierre todos los técnicos y la gente que trabaja en el Festival subieron arriba del escenario a bailar, fue algo muy divertido. Nosotros viajamos mucho, tocamos en muchos festivales y este es lo mejor de lo mejor.