Un estudio publicado en el journal "Current Biology", determinó que los gatos domésticos poseen distintos tipos de ronroneos, uno de los cuales es utilizado para llamar la atención del dueño y obtener comida.

Así lo determinño la doctora Karen McComb, quien se inspiró en la conducta de su propio gato, llamado Pepo, cuando este tenía hambre. Este sonido, denominado "ronroneo solicitante" incorpora un "llanto" oculto en una frecuencia muy baja, pero que es captada por el oído  y que posee las mismas características del grito de un bebé.

Según la doctora, los gatos domésticos finalmente aprenden cual es la mejor frecuencia para afectar a su amo y que es muy difícil de ignorar, al punto de poder incluso interrumpir su sueño. Luego de comparar las diferentes frecuencias, McComb grabó ambos ronroneos y los expuso a diferentes voluntarios. La conclusión fue que incluso para los que no tenían experiencias con felinos, el "ronroneo solicitante" les pareció más desagradable.

Esto se debe a que los gatos son capaces de controlar los músculos dentro de área de las cuerdas vocales, pudiendo producir diferentes tipos de vibración, logrando así introducir una vibración muy alta dentro de un sonido relajante.