La empresa francesa de servicios públicos GDF Suez podría realizar una importante venta de activos a fin de año, para proteger su calificación crediticia a partir de lo que definió como un "difícil" 2013.
La deuda neta del grupo creció en 8.300 millones a 45.900 millones de euros en los primeros nueve meses del año, alimentada por la compra de la participación de accionistas minoritarios en el grupo energético británico International Power a comienzos del 2012.
Para mantener una calificación de deuda de "A", que permite a GDF obtener créditos a tasas bajas del 4,32%, el grupo indicó que la venta de activos estaba entre las posibilidades.
"Podrían hacerse liquidaciones significativas para fin de año, pero sin un impacto significativo en la Ebitda (ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización) del 2012", declaró en una teleconferencia la presidenta de finanzas del grupo, Isabelle Kocher.
El gigante estatal ruso de gas Gazprom podría ser uno de los potenciales compradores, después de haber mostrado su interés por expandirse en la producción europea de gas.
"Si GDF quiere vender algunos activos europeos, casi puedo garantizar que es una llamada para Gazprom", dijo un analista que pidió no ser identificado por política de la compañía.
"(GDF) compró International Power a comienzos de este año, y ahora que tiene el control completo sobre estos activos no sería sorpresivo si buscan despojarse de algunos de ellos en este momento", agregó.
GDF anunció este año un plan de desinversión de 3.000 millones de euros que podría llegar a los 10.000 millones entre el 2011 y el 2013.
En abril, GDF dijo que tenía que identificar los activos que vendería y que se enfocaría en aquellos localizados en mercados maduros. En mayo, la firma vendió una participación en una planta de energía y agua en Bahréin.
Analistas dijeron que vender algunos activos de generación de gas europeos podría ser la manera más rápida para el grupo de cumplir su objetivo de un ratio de deuda neta/EBITDA de 2,5 para fin de año.
El grupo reportó un aumento del 5,8% de ganancias estructurales en nueve meses gracias a sus tarifas más altas de gas en Francia y mantuvo sus objetivos anuales pese al complicado ambiente económico en Europa.