La tasa de hacinamiento en las cárceles chilenas bajó un 33% entre marzo del 2010 y noviembre de 2012, descendiendo desde un 68% al 35% actual.
Así lo señaló el Director Nacional de Gendarmería, Luis Masferrer a La Tercera, mientras acompañaba al ministro Jaime Mañalich en su visita a los internos del penal Santiago 1.
"Habiéndose levantado las cárceles por el terremoto, habiendo hecho una política de redistribución, asumiendo que gendarmería de Chile es una sola y que todas las cárceles de Chile deben ser ocupadas. Más, políticas de expulsión de extranjeros, que ocurrió con Peruanos, Bolivianos y Argentinos, más de 770 personas que fueron repatriadas, tenemos una cifra de hacinamiento de un 35%", señaló.
El director destacó la cifra principalmente porque "recibimos cárceles de la región del Maule y BíoBío, que están terremoteadas y destruidas. Una gran problemática de hacinamiento porque no había una re-distribución penal a nivel nacional, recibimos el sistema penitenciario con un 68% de hacinamiento".
Entre las claves que explican este descenso destaca la distribución de la población penal, la optimización de las plazas disponibles, además de políticas como el indulto a reos extranjeros, que permitieron sacar a 772 extranjeros.
"Hicimos una apuesta de distribución de población penal de la Región Metropolitana, en que en 7 penales había 21 mil internos. Hoy hay 19 mil. Esto fue porque se optimizó el uso de las plazas disponibles a nivel nacional y llegamos al máximo en las cárceles concesionadas", señaló Masferrer, agregando que si un penal supera el 119,9% de su capacidad, los controladores tienen que pagar una multa.
INVERSIÓN
El director de Gendarmería adelantó la construcción de dos nuevos recintos carcelarios en las regiones de Atacama y Maule, que utilizarán un modelo distinto al que se utiliza actualmente,
"Son estos centros modelo de educación y trabajo, que cambia el modelo completo que se conoce hoy. Se van a construir en, al menos, 40 hectáreas, el penal de Santiago 1 ocupa 5 hectáreas. Estas dos nuevas cárceles serán de un piso, divididas por sectores de 600 internos cada sector", señaló el Director de Gendarmería, explicando que "cada sector además, se autosatisface con lavandería, comedor, salas de clase, áreas laborales, gimnasio, visitas, entonces haces un bloque de 600 autosuficientes en sí mismo y otro de similares características, independiente uno del otro".
El nuevo penal de Atacama se construirá en Copiapó y tendrá una capacidad para 1.400 internos, mientras que la cárcel del Maule se edificará en el sector de Panguilemo (a 20 kilómetros de Talca), y su capacidad será cercana a los 2.400 internos. Ambos recintos requerirán una inversión de 150 millones de dólares, tanto en el diseño como la construcción, y se estima que estarán funcionando antes del año 2016.
Por otra parte, desde 2011 a la fecha, se han invertido cerca de 21 mil millones de pesos en diferentes trabajos de infraestructura a las cárceles del país, incluyendo las reparaciones de los recintos dañados por el terremoto del 27 de febrero de 2010.