El pasado lunes 13 de noviembre el Sistema Interconectado Central (SIC) registró un hito: en su conjunto, alrededor del 80% de la energía generada fue aportado por fuentes renovables, es decir por hidroelectricidad (embalse y pasada) más el aporte de las energías renovables no convencionales, eólica y solar.
De acuerdo con datos del Coordinador Eléctrico Nacional recopilados hasta el 15 de noviembre, en el SIC el aporte de la energía hidroeléctrica llegaba a los 1.464 GWh, equivalente al 67% del total de aportes. Por su parte, la generación eólica y la solar ha sumado durante este mes 128 GWh y 129 GWh, respectivamente, equivalentes al 6% en cada caso. Esto se explica sobre todo por los deshielos, que dado que la temporada de lluvia y nieve fue algo mejor que la años anteriores, provocó un aumento de este tipo de producción. A ello se suma el crecimiento del parque ERNC en el país, en base a nuevas inversiones.
Por ello, al mismo tiempo el aporte de la generación termoeléctrica (en base a petróleo, carbón, o GNL) cayó a 21% durante los primeros 15 días del mes. Este es su menor nivel mensual desde al menos 2010.
¿Qué implicancias tiene este hecho? Para María Isabel González, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE) y gerenta general de Energética, la situación se explica por los deshielos. "Fundamentalmente es por los deshielos. Si se comparan estos datos con los del período enero-marzo, cuando finalizan los deshielos, se ve que el aporte hídrico es menor", señaló.
Avance de las ERNC
La caída en el aporte de la generación eléctrica en base a termoelectricidad comenzó a fraguarse en octubre pasado, cuando del total de los 4.431 GWh generados en el SIC, el 55% correspondió a energía hidroeléctrica, y sólo el 31% a fuentes térmicas.
Pero otro factor relevante en la disminución de los aportes es la irrupción de las ERNC. De acuerdo con datos proporcionados por el Coordinador Eléctrico Nacional, su inyección pasó de representar el 9,3% del total de la energía generada en enero de 2016, a un 12% en lo que va de noviembre de este año.
Así, la baja en el aporte termoeléctrico podría profundizarse en los próximos años, debido a la ausencia de proyectos de este tipo, y al incremento de iniciativas ligadas a las ERNC. "Con lo que hay instalado en el sistema, no se ve que por lo menos de aquí a 10 años se necesiten nuevas termoeléctricas", señaló María Isabel González.