Cuatro compañías, entre las que se incluyen a las generadoras eléctricas Enel Generación, Engie e IC Power y la concesionaria PPP Limitada, decidieron devolver al Estado cinco terrenos concesionados en 2014 para la instalación de centrales termoeléctricas, equivalentes a 2.888,9 hectáreas, debido a que las actuales condiciones del mercado eléctrico hacen inviables este tipo de iniciativas.

"Son proyectos que nosotros como gobierno los recibimos de una licitación que hizo el gobierno anterior, y que adjudicó el 27 de febrero de 2014", explicó la ministra de Bienes Nacionales, Nivia Palma.

En efecto, tres años atrás y a pocas semanas de terminar su período, la administración de Sebastián Piñera adjudicó una licitación de siete terrenos fiscales, ubicados en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama, para la instalación de centrales termoeléctricas que tuvieran una capacidad instalada no menor a 350 MW.

En aquella ocasión, E-CL -hoy Engie Energía Chile- se adjudicó un terreno de 256,83 hectáreas, ubicado en Caleta Tames, Región de Antofagasta. Endesa Chile, hoy Enel Generación, se adjudicó dos terrenos, uno de 383,20 hectáreas ubicado en Caleta Tames, y otro de 807 hectáreas en Bahía Totoralillo Sur, Región de Atacama.

Los terrenos restantes fueron adjudicados por la minera Collahuasi (457 hectáreas en Caleta Chica, Huara, Región de Tarapacá); Sociedad Lihuen (1.156 hectáreas en Caleta Obispo, Caldera, Región de Atacama); y la concesionaria PPP Limitada (285,27 hectáreas en Totoralillo Norte, en Caldera). En total, las firmas pagaron US$ 8,6 millones por estos bienes.

Dado el complejo escenario que se configuraba en ese entonces para la instalación de este tipo de proyectos térmicos (rechazo a central Castilla y oposición a Punta Alcalde), dicha subasta consideraba ciertas condiciones. Por ejemplo, los proyectos no podían tener una capacidad instalada menor a 350 MW. Además, había un plazo de cinco años para estudios, que incluía una opción de salida, y otros cinco años para la construcción, que sumando al periodo de operación configuraban una vida útil de 50 años.

De las firmas que se adjudicaron estos bienes inmuebles, minera Collahuasi fue la única que decidió conservar el suyo, desde donde afirman tener "una visión de mediano y largo plazo que involucra un proyecto sustentable para Chile".

En el caso de Enel Generación (ex Endesa), en su entrega de resultados correspondiente a 2016 decidió castigar la inversión realizada, generando una pérdida de US$ 1,63 millón en sus estados financieros. "Dadas las actuales condiciones de mercado, la evaluación de Enel Generación Chile es que esos dos proyectos ya no formarán parte de nuestra cartera", explicaron desde la compañía.

Cambio de escenario

El ministro de Energía, Andrés Rebolledo, señaló que por varios meses las empresas se acercaron a ambos ministerios (también a BB.NN.), indicando que "principalmente por una visión más bien estratégica de lo que está sucediendo en el sector", habían decidido no emprender dichos proyectos.

"De alguna manera esto viene a ratificar lo que ha ocurrido en el sector , que es la irrupción en Chile de las energías renovables, principalmente las no convencionales", que poseen cerca del 17% de la matriz de generación eléctrica, dijo.

Rebolledo agregó que en la actualidad el 77% de las iniciativas solares y el 23% de los parque eólicos están en terrenos fiscales.

En tanto, la ministra Palma sostuvo que la decisión de las empresas fue "de común acuerdo" con el Estado, lo que deberá reflejarse en un decreto que emitirá la cartera poniendo fin a la concesión.