El gerente general de la Asociación de Generadoras, René Muga, estimó que la decisión del Comité de Ministros de revocar la Resolución de Calificación Ambiental del proyecto HidroAysén estuvo subordinada tanto a aspectos técnicos como políticos, y resaltó la necesidad de apoyar la termoelectricidad con el fin de generar la cantidad de energía que el país necesita con urgencia.
"Dentro de la institucionalidad, se ha tomado esta decisión apoyándose en algunos argumentos técnicos, pero también (el Comité de Ministros) es una instancia que combina los elementos técnicos con los elementos políticos. Es una instancia compuesta por ministros, no son expertos ambientales o un tribunal, sino que son ministros", señaló Muga.
El representante de las empresas generadoras explicó que el aporte que podría haber dado el proyecto HidroAysén equivalía a la mitad de toda la energía base que el Sistema Interconectado Central (SIC) va a necesitar en los próximos 10 años, por lo que si esa energía no va a estar disponible, se debe pensar en otras alternativas para ir abasteciendo el consumo.
"Eso básicamente implica que hay que avanzar mucho más rápido en los proyectos hidroeléctricos ubicados en el centro del país, que es uno de los pilares de la Agenda Energética y también implica considerar la opción de la termoelectricidad como parte importante del desarrollo eléctrico del país", dijo Muga.
En ese sentido, enfatizó "si la gente que se opuso a HidroAysén, también se opone al desarrollo termoeléctrico del país, vamos a estar en una situación muy compleja, porque el país no puede prescindir de la energía de base que le da seguridad al suministro (...) Las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) puede aportar, pero en ningún país del mundo sustituye la energía de base. Y por lo tanto, la alternativa de decir "No a HidroAysén, y Sí a las ERNC", no es posible. Si no hay hidroelectricidad, va a tener que haber termoelectricidad".
Agrega que "la Agenda Energética, que es bastante clara, señala que el país tiene que aprovechar sus recursos hidroeléctricos y apoyar el desarrollo de la termoelectricidad, porque la combinación de ambas es la columna vertebral del desarrollo eléctrico de este país. Reconoce que este país no puede prescindir de la termoelectricidad".
En cuanto al extenso plazo que ha estado el proyecto HidroAysén en carpeta reformulado (7 años) y en el Comité de Ministros (3 años), Muga consideró que eso demuestra que "la institucionalidad de aprobación ambiental de alguna forma salió perjudicada en este proceso".
"Si bien hay que destacar que la decisión final se dio en el marco de la institucionalidad de aprobación ambiental, no hay que desconocer el hecho de que en todo este proceso claramente la institucionalidad ambiental no salio bien parada y fortalecida. De hecho, el Comité de Ministros anuló una decisión que a nivel de la Comisión Ambiental Regional se había tomado.
En esa línea, Muga agrega que las lecciones que arroja la extensa tramitación del proyecto HidroAysén tienen relación con "reforzar mucho más entre todos el procedimiento de evaluación ambiental de los proyectos, que de seguridad a todas las partes, para que no tengamos que llegar a esta instancia"
"Si la autoridad señala que no fueron suficientes a lo mejor los compromisos que se asumieron. Bueno, eso ojalá debiera haber sido visto antes, para que efectivamente los proyectos puedan avanzar como corresponden y asumiendo los compromisos de mitigación que el mismo proceso va identificando que son necesarios", recalcó.
"La lección para todos es que en este proceso tenemos que reforzar mucho más la manera en la cual diseñamos y vamos adelante con el manejo de los proyectos, por un lado, y como la institucionalidad ambiental realmente es capaz de asegurar y dar confianza a todos los actores de que se están haciendo las cosas de una manera que les de garantías", finalizó.