Eran las 1.00 de ayer y el general director de Carabineros, Gustavo González, estaba coordinando y verificando en terreno los operativos realizados por el 11 de septiembre. Poco después de visitar a los uniformados heridos en el hospital de la institución, se refirió a las medidas tomadas para la conmemoración del Golpe de Estado, que este año estuvo marcada por el atentado ocurrido en el centro comercial Subcentro, ubicado en las afueras de la estación de Metro Escuela Militar.
Además, profundizó en las medidas que tomará la institución para obtener resultados en estas investigaciones por delitos terroristas. Esta semana se creó la Dirección Nacional de Inteligencia, Drogas e Investigación Criminal, a cargo del general Bruno Villalobos.
¿Cuáles fueron las medidas tomadas para este 11 de septiembre, que fue menos violento que en años anteriores?
Hubo un copamiento de funcionarios a partir de las 17.00. Teníamos distintos sectores y la línea del Metro controlados con bastante personal. Hubo un adelantamiento (de los operativos) este año. Puede haber significado algo.
¿Esto respondió a estrategias de inteligencia y la reestructuración para anticiparse a hechos de violencia?
Hay información de inteligencia que emana de las propias unidades en estos casos, porque son los que conocen los sectores y los barrios. En el informe de inteligencia central se estableció dónde se iban a producir disparos con mayor frecuencia.
¿La nueva unidad de inteligencia va a tener una función de anticiparse a hechos como el atentado en Las Condes?
La idea de fusionar (los distintos departamentos en una sola unidad) es para que trabajen todas las especialidades en las áreas que les corresponde con una inteligencia de apoyo directo. Y eso mejora la coordinación de todas las unidades investigativas que tenemos, tanto en Santiago como a nivel del país, porque prácticamente se fusionan todas. Tendremos alrededor de 3.000 carabineros que van a tener una sola conducción en el área investigativa y en inteligencia, drogas, laboratorio, organizaciones criminales. Además, las secciones de investigaciones policiales que están radicadas en las comisarías van a tener una estrecha relación con esta dirección.
¿Cuándo se decidió hacer esta reestructuración?
La idea que vengo estructurando desde hace unos meses atrás era cómo aunar criterios de gestión, optimización de recursos logísticos, tecnológicos y de información. Entonces, adelanté esta estructura dada la circunstancia que estaba sucediendo, no se podía esperar más. Creo que va a dar buenos resultados.
¿Qué tan complejo es recabar pruebas que sean válidas para presentarlas ante un tribunal?
En el ámbito de la inteligencia hay mucha información, pero tiene que trabajarse, y luego hay que transformarla en elementos de convicción para el fiscal y el tribunal. Como los estándares de prueba están más altos, tenemos que adecuarnos a esos requisitos que exige el sistema. Y son los tribunales los que deciden qué pruebas son válidas y cuáles no. En ese sentido, uno de los objetivos de fusionar todo esto era precisamente obtener los estándares que se requieren y que son exigidos por los tribunales.
¿El bombazo en Subcentro generó un cambio en el paradigma de la investigación de estos atentados?
La inteligencia tiene sus normas. Tiene que anticiparse y proporcionar información para materia de prevención, porque esa es la primera fase, ya que nosotros somos netamente preventivos. Y la inteligencia también tiene que proporcionar antecedentes respecto de ilícitos que van a ocurrir, y de los que ocurren tiene que aprovecharse esa información.
¿Se puede medir si la estrategia funciona en materia de prevención?
A lo mejor se puede medir. La Universidad Católica me decía que sí se podía medir lo que nosotros hacemos en el ámbito preventivo con lo que evitamos que ocurra, pero para eso debemos tener buena información. Si destinamos datos de análisis criminal junto con la información previa entregada por inteligencia, los servicios policiales van a poder adelantarse y copar aquellos sectores antes de que ocurran los ilícitos, o atenuarlos un poco.
¿Qué tan preparado está Carabineros para prevenir delitos como el ocurrido en Escuela Militar?
Tenemos una preparación. Creo que de todas maneras tenemos que seguir desarrollando nuestra capacitación permanente aquí en Chile o en el extranjero, con países que están más avanzados en esta área y también en el ámbito tecnológico. Porque esto tiene que ir acompañado de tecnología de punta, que es lo que han hecho otros países, sobre todo europeos, que han pasado por esta fase, que creemos que es incipiente. Necesitamos algún grado de apoyo para saber cómo lo afrontaron. Con tecnología, información relevante, y eso requiere algún grado de entrenamiento y capacitación que nosotros vamos a hacer. Tenemos una planificación en curso, con personal que va a estar en distintas áreas y que va a viajar, y se capacitará con el apoyo del FBI en Estados Unidos, Inglaterra y también en España sobre análisis criminal.
¿Dentro de esas capacitaciones está el ámbito del terrorismo?
Sí, también. Tenemos oficiales que van a ser capacitados.
¿Tienen los recursos necesarios?
Tenemos recursos en el presupuesto, y si necesitamos más, el gobierno nos lo va a proporcionar. Por el momento, tenemos fondos en el presupuesto para realizar estas primeras planificaciones, que estaban hechas desde hace más de dos meses. Enviar a algunos oficiales y personal para hacer capacitaciones en áreas muy específicas. Lo que se requiera a futuro, lo vamos a pedir y se nos va a entregar.
¿Qué otros puntos buscan fortalecer?
Tenemos que recuperar armamento que está en los sectores barriales que todos conocemos, en eso estamos abocados. Queremos sacar armamento de las poblaciones.