Un general del Ejército egipcio admitió hoy que jóvenes manifestantes fueron sometidas a "tests de virginidad" después de ser detenidas durante las  manifestaciones de marzo último contra el gobierno en la Plaza Tahrir, en El Cairo.

El militar, quien habló a la cadena CNN, bajo anonimato, aclaró que las muchachas que fueron detenidas "no eran como su hija o  la mía", sino "muchachas que habían acampado" en la plaza "en carpas junto a  manifestantes varones y a quienes se les encontraron cocteles molotov y drogas", aseguró. 

El caso estalló la semana pasada después de conocerse una denuncia de Amnistía Internacional sobre "la violenta operación emprendida por el ejército el 9 de  marzo para expulsar a los manifestantes de la plaza" y que  resultó en la detención de "al menos 18 mujeres".  Las detenidas declararon ante activistas del organismo humanitario que fueron golpeadas, "les aplicaron descargas eléctricas, las sometieron a registros corporales sin ropa mientras soldados  varones las fotografiaban, y luego las obligaron a someterse a  'pruebas de virginidad' y las amenazaron con acusarlas de  prostitución".

Para Amnistía, los "tests de virginidad" constituyen una  práctica de "tortura, cuando es llevado a cabo sin  consentimiento" y exigió hoy castigar a los responsables. Pero, en la entrevista con la CNN, el general  egipcio dijo que las "pruebas" fueron aplicadas para evitar que  las muchachas pudieran presentar cargos contra los militares por  presuntas violaciones sexuales. 

"No queríamos que ellas dijeran que las atacamos sexualmente  o que las violamos, solamente queríamos demostrar que ya no eran  vírgenes" cuando fueron detenidas, dijo el militar.  Según este general, las "pruebas" indicaron que "ninguna de  ellas era virgen". 

Salwa Hosseini, una peluquera de 20 años, fue una de las  detenidas que relató ante Amnistía detalles de las "pruebas de  virginidad". La muchacha contó que fue llevada a una prisión militar en  Heikstep y que "la obligaron, junto con las demás mujeres, a quitarse toda la ropa para ser registrada por una guardia de la  prisión, en una habitación con las puertas abiertas y una  ventana".

"Durante el registro sin ropa -continuó el reporte de  Amnistía-, Hosseini afirma que unos soldados se asomaron a la  habitación y tomaron fotografías de las mujeres desnudas" y que,  después, "un hombre con bata blanca las sometió a 'pruebas de  virginidad' en otra habitación".  Amnistía dijo que también recibió el testimonio de una mujer  "que había dicho ser virgen, pero cuya prueba supuestamente  demostró lo contrario" y, por ello, "fue golpeada y sometida a  descargas eléctricas".