El fabricante de automóviles estadounidense General Motors (GM), intervenido por el gobierno de Barack Obama, podrá cotizar de nuevo en Bolsa, aunque no se prevé que lo haga antes del cuarto trimestre del año.

 El Ejecutivo dejó los preparativos para una nueva salida a Bolsa en manos de la propia empresa y alegó que el Departamento del Tesoro no cuenta con experiencia suficiente como para llevar a cabo esa operación.

Será la directiva de GM la que decidirá el momento en que el gigante automovilístico vuelve a los mercados financieros, aunque el gobierno no cree que sea posible antes del cuarto trimestre del año. El Ejecutivo tendrá en todo caso que dar el visto bueno a la salida a bolsa y podrá decidir cuántas acciones se ponen a la venta.

En 2009 Washington salvó a GM de la insolvencia con US$50.000 millones de las arcas públicas y ahora posee el 60% de las acciones.

En los últimos meses las ventas de GM se recuperaron y las deudas se redujeron. En el primer trimestre de 2010 la empresa consiguió incluso beneficios por valor de US$865 millones.

Los inversores esperan ansiosos la que consideran será la salida a Bolsa más espectacular del año.