El geólogo del servicio sismográfico de Estados Unidos, Paul Caruso, se refirió a las variaciones en la magnitud registrada por el servicio sismográfico de la Universidad de Chile, que en un primer lugar cifró al temblor ocurrido durante la tarde de ayer en 5,8 grados en la escala de Richter, para finalmente fijarla en 7 grados. 

Caruso, cuyo sistema fijó al temblor en 7,2 grados de magnitud, dijo a La Tercera que, en tiempo real, la oficina de medición sismográfica estadounidense "recibe información desde mil estaciones localizadas alrededor del mundo", y que "después de recibir la información de todas las estaciones, nuestra información es mucho más precisa".

"La magnitud puede variar", agregó, "incluso para nosotros, que en un principio fijamos la magnitud del sismo en 7,4 grados". "No estoy seguro respecto a qué instrumentos y datos utilizan en Chile, pero sé que tienen una red muy profunda, y que siempre hacen un buen trabajo", añade el geólogo.

"Inicialmente publicamos una magnitud preliminar, pues nuestra misión es entregar la locación y la magnitud del sismo dentro de los primeros 20 minutos desde que se registra", cuenta Caruso, y agrega que "después recibimos mayor información desde las distintas estaciones alrededor del mundo, por lo que podemos realizar cálculos mucho más precisos".

Estados Unidos cuenta con estaciones en diferentes puntos del globo, tales como Chile, Antártica, Brasil y Sudáfrica, de las cuales algunas "fueron instaladas durante la Guerra Fría, durante las pruebas nucleares".

"Aún recibimos información de esas estaciones, pero desde entonces hemos instalado muchas más", precisa. El sismólogo nacional, Javier Díaz, dijo a La Tercera que "algunos instrumentos que forman parte de la red corresponden a la década de los 80", y que ya son considerados muy antiguos.