Gerardo Pelusso recibe el llamado de La Tercera con amabilidad. Antes de analizar el complicado presente de Paraguay en las Eliminatorias, en las que marcha en el último puesto con apenas ocho puntos, un sitial desconocido para una escuadra que ha asistido ininterrumpidamente a los mundiales desde Francia 1998, pregunta por algunos de los afectos que dejó en Chile, donde llegó a mediados de los 90 para dirigir a Iquique, O'Higgins y Everton y al que volvió en 2010, para reemplazar a su compatriota Sergio Markarian en Universidad de Chile.
El seleccionador de los "guaraníes" vive días complejos. Aunque la abultada caída frente a Ecuador (1-4 en Quito) no logró desestabilizarlo, las opciones de llegar a Brasil 2014 son cada vez menores: "Es una situación incómoda, pero nosotros lo sabíamos. Se está en una transición, donde una camada de futbolistas de grandísima calidad ya prácticamente no está participando en la Selección y se está realizando una renovación, no digo que total, pero sí de un 80 por ciento del plantel".
Paraguay siempre ocupó los primeros puestos de las Eliminatorias. ¿Cuánto enfrentar una realidad como la actual?
Ha sido duro desde el día en que asumimos, pero no es ni más ni menos que lo que sabíamos. Pero todavía falta. De cinco partidos que quedan, Paraguay tiene cuatro en casa. El calendario también nos jugó en contra. La mayoría de los partidos los hemos jugado afuera. Paraguay viene de ir a cuatro mundiales en forma brillante. Nunca había cambiado un técnico en medio de las Eliminatorias. Ahora lo tuvo que hacer. Pero en las fáciles es todo muy simple. La cuestión es comandar las cosas en los momentos difíciles.
¿Es decisivo el partido frente a Chile?
Este partido es fundamental para nosotros y para Chile. Si bien ellos están en una situación bastante mejor que la nuestra, también están en una posición complicada. Si no, no hubiera habido un cambio de entrenador en el medio de las Eliminatorias.
Chile vivió un momento complejo y la dirigencia de la ANFP abortó el proceso de Claudio Borghi...
Borghi es un gran entrenador y me parece que estuvo mal su separación. Pero le crearon un ambiente negativo desde el comienzo. Y, cuando se complica de esa manera, puede pasar lo que sucedió, que en un partido amistoso puedan sacar al entrenador. Por Borghi tengo admiración desde su época de jugador, como persona y como un gran entrenador. Me dolió mucho. No me gustó, porque defiendo el trabajo de los entrenadores.
¿Cómo analiza el trabajo de Jorge Sampaoli?
Sampaoli tiene dos partidos nada más al frente de la Selección. Lo que sí está claro es que está tratando de armar un equipo de acuerdo con cómo él siente el fútbol. De los dos partidos, ganó uno y perdió el otro. El resumen se hará sobre el final. Nosotros estamos abocados a la preparación del partido.
¿Qué le llama la atención de la propuesta de Sampaoli en la selección chilena?
No voy a hablar mucho al respecto, porque no acostumbro hacerlo antes de los partidos. Pero de Sampaoli no es que me llame la atención lo que presenta ahora. Nos conocemos desde que estábamos en Perú. Yo dirigía a Alianza Lima y él a (Coronel) Bolognesi. Sampaoli está aferrado a una idea y está muy convencido de lo que hace. Nos conocemos muy bien. No habrá sorpresas.
¿Qué imagen le dejó Chile en los partidos ante Perú y Uruguay?
En materia de resultados, está claro. Uno lo perdió y el otro lo ganó. En cuanto a la propuesta, es conocida. A ustedes seguramente les llamó la atención lo que hizo en Universidad de Chile, que resaltó mucho más su trabajo. Pero lo hizo siempre. En Bolognesi, en Sporting Cristal y seguramente en O'Higgins, un proceso que no vi.
¿Es una propuesta arriesgada?
Esas son cosas que están relacionadas con el partido que vamos a jugar, y no tengo costumbre de opinar en ese aspecto, porque, primero, lo que va a pasar en un partido de fútbol no lo sabe nadie. Segundo, si alguna idea tengo al respecto, no acostumbro a comunicarla antes de tiempo.
¿Le da cierta ventaja enfrentar a jugadores que conoce bien, porque los tuvo en la "U"?
La información hoy en día es fundamental, pero no la tiene el que no quiere. Lo que está haciendo Chile en cada una de sus actividades, si queremos conocerlo, lo conocemos. Y ellos también. A varios de los futbolistas los conozco de cerca y a los que no dirigí, al haber estado en Chile, también. Obviamente, eso ayuda, pero la información debe ser permanente, porque los jugadores cambian. El Eduardo Vargas que yo dirigí no es el mismo de hoy. Ha crecido, ha madurado. Fue a Italia, está en Gremio. Hay que estar atentos a los cambios de cada jugador.
¿Le llama la atención la evolución de los jugadores que usted dirigió, que ganaron la Sudamericana y que hoy son la base de la "Roja"?
No me ha sorprendido. Imagínese que cuando fuimos a buscar a Eugenio Mena, mucha gente no lo conocía. Nosotros sabíamos, incluso, lo que había hecho en la Primera B, cuando ascendió, antes de que llegáramos. Era lo que esperábamos, un jugador de grandes condiciones, muy jovencito, que estaba haciendo sus primeras armas. Fue haciendo experiencia en Universidad de Chile, se afianzó, y hoy es un titular inamovible de la Selección. No me sorprende para nada que Matías Rodríguez esté jugando en Italia o que "Pepe" Rojas se encuentra a un gran nivel. Es, a la distancia, una satisfacción para uno.
¿Enfrentarlos tiene algún significado especial?
La amistad y la relación que un entrenador pueda tener con un jugador la determina el tiempo. El único significado que tiene para mí es que jugamos contra Chile y hay que ganarle.
Si Paraguay enreda puntos puede quedar fuera de la carrera para ir al Mundial...
Faltan muy pocos partidos, pero si Chile enreda puntos, también puede quedar afuera.