En minutos, Gerardo Varela, el futuro ministro de Educación, pasó de ser un reputado abogado de 54 años y punzante columnista para transformarse en trending topic en Twitter, donde horas después crearía su propia cuenta. Su designación fue la sorpresa del gabinete anunciado por el presidente electo Sebastián Piñera y de inmediato las críticas se sucedieron para convertir su nombre en uno de los temas más comentados en redes sociales. ¿Por qué? La respuesta se encuentra mayoritariamente en los párrafos de sus columnas. Ácido y directo, desde su pluma lanzó duros cuestionamientos a la izquierda, a las reformas educacionales implementadas por el gobierno de Michelle Bachelet, pero fundamentalmente a los sectores más contestatarios como el Frente Amplio y sus demandas.
"La educación es un derecho, aunque muchos no lo ejerzan y se mantengan en la más dulce de las ignorancias (...) Pero la educación es también un bien económico; desde luego se puede comprar, se pueden contratar clases de inglés, música o matemáticas". "El Frente Amplio es el hijo del cinismo de la Concertación, que en vez de educar a sus hijos que la crisis de nuestra democracia no se debió a la ambición de Pinochet, sino al colapso de las malas políticas públicas, se dedicaron a reivindicar con nostalgia los tiempos pasados (...). Nunca tuvimos plata para una educación masiva, gratuita y de calidad y tampoco la tenemos ahora". Son algunas de las ideas que Varela ha planteado en sus columnas en El Mercurio.
La diputada Camila Vallejo (PC) tuvo duras críticas para el futuro titular de Educación: "Ha hecho declaraciones con falta de educación y con ignorancia. Sus ideas apuntan a fomentar la competencia entre los colegios para captar alumnos, es anticomunista y va a tratar de buscar echar pie atrás a la reforma".
A minutos de su designación y en pleno ex Congreso, Varela comenzó tempranamente a responder a las críticas. "Lo que he escrito lo mantengo y lo atesoro. Es parte de mi historia y de mi vida. Ahora estoy en otro plan. Uno tiene varias facetas en la vida, la de columnista quedó atrás y ya no puedo seguir escribiendo y ahora debo preocuparme de cumplir con el programa del presidente que es muy ambicioso y muy desafiante y tiene grandes lineamientos".
Los cuestionamientos hacia el futuro ministro no sólo apuntaron a sus opiniones. También se dijo que no tiene experiencia ni conocimiento del mundo educacional. Sin embargo, el profesional titulado en la Universidad de Chile luce en su currículum cercanías con el área. Hace cuatro años es director de Educa UC, un proyecto que se basa en una red de establecimientos educacionales. También ha hecho clases en la U. Católica y en la U. Adolfo Ibáñez y fue asesor legal de Escuelas Para Chile, un proyecto de Fundación Teletón, para la reconstrucción de establecimientos derrumbados o dañados por el terremoto y tsunami del 2010.
No obstante, su zona de confort se encuentra en el derecho corporativo con especialidad en fusiones y adquisiciones. En ese ámbito, ha participado en compras de más de 50 compañías y debatido en casos emblemáticos como el de Shell, Banmédica y Unilever. Fue presidente de Soprole y parte del estudio Carola, Diez, Pérez-Cotapos & Cía., donde llegó en 1990 y seis años después se integró como socio. En 2012 fue elegido como el mejor profesional del área por la publicación internacional Best Lawyers.
Gratuidad
Varela en sus columna ha criticado al corazón de la reforma educacional. "La solución para la educación no es la gratuidad ni la prohibición del lucro -y menos de la selección y el copago-, sino que el desafío es cómo seguir atrayendo inversiones, competencia y talento a un sector que la requiere con urgencia".
Sin embargo, en este nuevo escenario el ministro apunta a centrarse en los lineamientos que le entregue el Presidente Piñera. "La gratuidad ya se ha aprobado, es una decisión que se tomó democráticamente en Chile, con la mayoría adecuada y hoy día no queda nada más que implementarla".
Sobre la educación, el futuro ministro aclaró que "dije que era un bien económico, pero un derecho social también, tiene ambas cosas porque cuesta plata educar".
Pese a los matices, hay quienes no aprueban que se haya designado a alguien con opiniones tan marcadas. "Creo que al nombrar a un ministro, este no se puede desdecir y cambiar de personalidad de lo que piensa. Puede tener disciplina y seguir un programa de gobierno, pero todos sus interlocutores sabemos lo que piensa", afirmó el diputado electo Miguel Crispi (RD).
El nombramiento también generó expectativas entre quienes esperan que se eche pie atrás en algunos aspectos de la reforma. El diputado José Antonio Kast dijo en Twitter que "ojalá le vaya bien y empecemos a corregir las pésimas reformas educacionales que heredamos de este gobierno". Pero Varela manifestó que "yo no creo en la retroexcavadora".
Para Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, quien aparece como candidato a subsecretario de Educación, Varela "va a demostrar muy rápido que sí tiene las habilidades políticas que se necesitan para llevar un ministerio tan complejo como Educación". Y añadió que "es hábil, agudo y con una concepción clara de una sociedad en la que se compatibiliza muy bien la función del Estado con el rol de la sociedad civil".