Aunque el proceso de reestructuración interna que vivió en los últimos años el grupo Enel en Chile y la región -y que finalizó recién hace un par de meses con el cambio de nombre de sus filiales- fue un proceso intenso, la firma italiana planea seguir haciendo modificaciones a su organización.
Así, en diciembre la firma italiana decidió separar sus negocios al interior de Enel Generación Chile. Por un lado, agrupó los activos relacionados con generación basados en gas y carbón, al crear una gerencia de centrales térmicas que encabeza Michele Siciliano. Al mismo tiempo, los activos y proyectos hidroeléctricos y renovables de la firma también están agrupados en una gerencia, a cargo del también gerente general de Enel Generación, Valter Moro.
El mismo ejecutivo explica las razones de la división de sus activos de generación en el país. "Es bueno precisar que esta separación obedece a un tema organizacional del grupo Enel y que no modifica las responsabilidades legales y de propiedad de las compañías locales. El objetivo es facilitar la gestión específica de cada tecnología a nivel mundial para compartir las mejores prácticas en el portafolio global", señaló.
Pero Moro además tendría una tercera función encargada por Enel. Consultado sobre si su ámbito de acción en la gerencia de unidades hidroeléctricas y renovables alcanzaría a Enel Green Power (EGP), el brazo verde de la italiana, el ejecutivo lo descartó, y señaló que EGP mantiene a su gerente general, que es Juan José Bonilla.
Sin embargo, precisó que el grupo Enel le encargó "la tarea de coordinar la implementación de las mejores prácticas y supervisar las tecnologías renovables del grupo en Chile".
Minoritarios miran EGP
El nuevo rol de coordinación de las tecnologías renovables que le entregó Enel a Valter Moro es mirado de cerca por los accionistas minoritarios de la compañía, y algunos creen que se trata de una señal de la eléctrica italiana para permitirle a la ex Endesa Chile la compra de los activos de EGP en el país.
El tema ha levantado polémica, pues mientras Enel Generación vive una sequía de proyectos -hoy solo tiene en construcción la central Los Cóndores, que aportará 150 MW al sistema y ha desechado iniciativas emblemáticas como HidroAysén o Neltume- el ala renovable vive un importante crecimiento, lo que abre el interés respecto de su cartera de proyectos y la posibilidad de que Enel se expanda en Chile por esta vía.
El año pasado, el grupo presentó su plan de inversiones para el período 2017-2019, donde anunció su intención de destinar cerca del 91% de su inversión en América Latina a energías renovables.
Enel Green Power Chile y Países Andinos cuenta con operaciones en Chile, Perú y Colombia. En Chile opera un portafolio de plantas con una capacidad instalada de 685 MW, de los cuales 340 corresponden a energía eólica, 253 a fotovoltaica y 92 a hidroeléctrica. Cuenta además con proyectos en construcción por otros 600 MW.
A fines de 2014, la entonces Endesa Chile acordó la compra de energía a Enel Green Power, por US$ 3.500 millones y en un plazo de 25 años, a un precio cercano a los US$ 114 por MWh.
Los minoritarios chilenos están interesados en replicar la operación que realizó Endesa España, a mediados de 2016, cuando adquirió el 60% que le faltaba de Enel Green Power de dicho país, en una operación que involucró alrededor de 1.207 millones de euros. Una discusión que, de acuerdo con las mismas fuentes, podría reactivarse en marzo.
Aun así, cercanos a Enel Chile descartan que la nueva función de Valter Moro tenga algo que ver con el traspaso de activos de EGP a Enel Generación, y señalan que más bien se trata de una decisión en el marco de la mentalidad de la firma italiana a nivel mundial, donde varios de sus ejecutivos tienen dos o tres funciones que desempeñar al interior del grupo.