El italiano Gianni Calignano deslumbró la pasarela de la última jornada de la semana de la moda de Roma, AltaModa-AltaRoma, con una colección fiel a su filosofía y a su modelo de mujer elegante y refinada, basada en prendas de corte romántico que se empeñan en realzar la silueta femenina.
Calignano sostiene que es su madre quién siempre inspira sus colecciones, un detalle que logra reflejar en sus prendas, donde la creatividad se integra en cortes tradicionales, vestidos largos o cortos, ceñidos o con abultadas colas.
Una mujer refinada, con estilo, que contornea su cuerpo sin constricciones ni exceso, mostrando su personalidad, se esconde tras una colección Primavera-Verano 2010 dominada por el blanco y el negro, las transparencias y vestidos palabra de honor, de cuello alto o tirantes finos, que dibujan curvas y dejan la espalda descubierta.
Calignano también vuelve a los años veinte del pasado siglo con vestidos de una delicadeza extrema, adornados con plumas y grandes flecos, tipo charlestón, y trajes dominados por la seda, con bandas y amplios lazos atados a la cintura.
Además de la sencillez otorgada por el blanco y negro, Calignano aboga por la intensidad del fucsia, que convierte a su modelo en una mujer sensual y sugerente, que brilla con detalles de pedrería y reflejos plata, extendidos en mangas, cuello y escote.
Pero Calignano reivindicó el blanco más puro ofreciendo un adelanto de su colección de moda nupcial, encabezado por un vestido palabra de honor, acristalado con bordados y pedrería.
Con este diseño cargado de romanticismo el italiano protagonizó el cierre de esta cita dedicada a la alta costura, que volverá a la Ciudad Eterna con nuevas propuestas el próximo verano.