Heidegger y Marx se abrazan, pero de espaldas, decía un literato. Para Gianni Vattimo (Turín, 1936), el encuentro entre uno y otro es más feliz. Y más fecundo. Este punto lo ocupó en su libro Comunismo hermenéutico (2011), coescrito con Santiago Zabala, y en él basó su ponencia "La globalización al final de la metafísica", ofrecida el martes pasado en la cátedra Globalización y Democracia de la U. Diego Portales.
"Filosóficamente, soy un adepto de Heidegger y de Nietzsche", comenta a La Tercera este eurodiputado italiano, emblema del llamado pensamiento débil, especie de nihilismo de nuevo cuño. "Pero, de forma un poco paradójica, recientemente empecé a hablar de una conexión entre Heidegger y Marx, profundizando en la experiencia del propio Heidegger. Su intención era comprometerse en la política mientras otros filósofos se encerraban en sus estudios, pero cometió un error al hacer una elección de compromiso histórico fundamental con los nazis. Ahora, este asunto me toca bastante. No en cuanto al nazismo, sino que quiero interpretar su filosofía como un principio de compromiso político".
El autor de El fin de la modernidad es una figura destacada del debate intelectual contemporáneo que las emprende, ayer y hoy, contra los estandartes del racionalismo ilustrado y el objetivismo científico. Juntar a Heidegger con Marx resulta extraño. "Suena un poco escandaloso. Yo espero que sea bastante escandaloso", dice.
Miembro del Parlamento Europeo de 1999 a 2004, Vattimo volvió a ser electo en 2009. De nuevo en el cargo, dice que ya no ve las cosas como las veía el 99.
"En mi primera legislatura estaba mucho más entusiasmado con Europa, pensada como un Estado supranacional que no nació de una conquista. Me pareció muy interesante, sobre todo porque era algo decidido por los pueblos y no por unos soberanos. Ahora, lo que pasa es que no se ha podido aprobar una Constitución europea única y hay una Unión Europea muy vaga. Y los jefes de la UE ahora son señores que nunca han sido políticamente figuras eminentes; funcionarios elegidos por los gobiernos para que no hagan demasiado. Europa sigue siendo un grupo de países que buscan la unión por métodos intergubernamentales y no comunitarios. ¿Cómo nos vamos a salir de la UE? ¿Qué vamos a hacer? Tenemos que intensificar la UE para que pueda hacerse cargo de los problemas económicos que han surgido.
¿La crisis ha afectado la percepción de la democracia?
Quizá la crisis actual pueda servir para reformar la Constitución europea, de modo que sea un poco más respetuosa de la voluntad del Parlamento, único órgano electo directamente por el pueblo y un poco más eficaz en sus estructuras. Ahora, si la crisis se agudiza, y los pueblos se rebelan, hay que tener ojo con el fascismo. Hoy ya nadie se llama a sí mismo fascista, pero están ahí.
¿Qué aporta la filosofía hoy?
Como no soy muy optimista en política, tampoco lo soy en la filosofía, pero hago lo que puedo. Sólo tengo el optimismo de la voluntad y el pesimismo de la razón.
¿En qué cree?
Me gusta mucho el mensaje cristiano. Y creo en él, en cuanto constituye un trasfondo muy importante de mi vida, sin el cual mi vida no tiene sentido. Ahora, ¿significa eso demostrar la existencia de Dios? Es muy complicado. Un gran pensador cristiano, Luigi Pareyson, se preguntaba cómo es posible hablar de la Creación, por ejemplo, si no es contando un mito. Explicarla racionalmente supondría pasar de A a B, pero las cuestiones básicas de la existencia se tratan como cuentos, no como demostraciones racionales. De lo que se trata esto, finalmente, es de repensar la fe cristiana bajo una luz menos absoluta.
¿Nihilista cristiano? "Bueno, antes de que existiera el nihilismo, Jesús fue un cristiano nihilista que se dejó matar. Yo utilizo el término en el sentido de Nietzsche. Si hay un sentido en la historia es la reducción de los absolutos, la transformación de la verdad en intersubjetividad consensuada. Por ahí va el sentido del nihilismo".
¿Y por ahí va el "pensamiento débil"?
El pensamiento débil es un pensamiento de negociación, de ponernos de acuerdo. Porque estamos de acuerdo decimos que hemos encontrado la verdad.