"Hay una tendencia mundial muy fuerte para sustituir el transporte público a eléctrico y Chile es un país para partir en Sudamérica". Así explicó el gerente de Ventas de YinLong New Energy -una de las fabricantes de buses eléctricos más grandes de China- Ken Lee, su interés por entrar al país.

La firma asiática busca, de la mano de la nacional Transelectric -fundada por Raúl Aldunate- desembarcar con un programa inicial que considere la puesta en marcha de al menos quince buses eléctricos, los que serán arrendados a operadores del Transantiago. La inversión estimada para ello fluctúa entre US$ 7 millones y US$ 8 millones, lo que incluye la construcción de un centro de mantenimiento.

Para concretar su plan, ejecutivos de la compañía ya sostuvieron reuniones con representantes de empresas como Metro, RedBus y STP, y esperan conversar también con personeros de Tower Transity y TurBus.

Por otro lado, también se busca alcanzar contratos de suministro eléctrico, por un mínimo de 800 KWh que pretenden ser cubiertos exclusivamente con energía solar.

"Estamos haciendo un joint-venture con Engie. Eso ya está más o a menos firme. Pensamos en quince buses piloto inicialmente, pero podríamos llegar hasta 90. Los montos dependerán del plazo", indicó Aldunate.

Una de las diferencias sustanciales de los buses eléctricos de YinLong, tiene que ver con que se cargan durante el día, con cargas rápidas de cinco minutos que permiten dar tres vueltas al Transantiago, unos 70 a 80 kilómetros en total.

Además, uno solo de sus cargadores puede ser utilizado al mismo tiempo por diez buses, lo que los hace más económicos. A eso se suma que la firma China también es fabricante de baterías de litio titanio, las que tienen una duración de 25 años, cifra que más que duplica la vida útil de las del resto de la industria y que también supera a la de los buses, que tienen 14 años de vida útil.

En China, la fabricante está presente en 42 ciudades, con más de 20 mil buses circulando.