Quince temporadas en la NBA y siempre en el mismo equipo, San Antonio Spurs, convierten a Emanuel Ginóbili en el extranjero más exitoso en la historia de la liga de básquetbol más importante del mundo. Con cuatro anillos de campeón, el argentino se ha robado la atención de todos, latinos o no, cuando se disputa las últimas etapas de los playoffs. Su muy probable retiro es objeto de comentario y nota en medios tan prestigiosos como Washington Post y The New York Times, o bien de cadenas como ESPN, que le dedica minutos y minutos a las conferencias de prensa en que es constantemente consultado sobre la crucial decisión, dejar el deporte profesional a pocas semanas de cumplir 40 años.

Y él se deja querer, incluyendo a su entrenador, Gregg Popovich, quien proclamó en una conferencia que "haré todo lo que sea necesario" para evitar el retiro del extraordinario jugador.

Y el afirma, en inglés o español, que se tomará tiempo para meditarlo. "Me siento con energía, me siento más requerido, más útilo al equipo. Siento que aún puedo seguir jugando", son las palabras que Washington Post reproduce hoy.

La estrepitosa serie de 0-4 en la final de la Conferencia Oeste ante Golde State Warriors, causada en parte por la veteranía del equipo texano y sus correspondientes lesiones, hacen pensar al transandino acerca de su futuro.

"Lo consultaré con mi familia", ha sido una de las muletillas con las que sale de apuro, quizás por hay gestos que lo conmueven, como los miles de aficionados en el AT&T de San Antonio aplaudiéndolo de pie pese a la aplastante caída ante los californianos. Más aún, si la estrella de los vencedores, Stephen Curry, pidió un minuto aplausos para el astro sudamericano. No en vano, Curry es casi 11 años menor y, cuando aún ni soñaba con llegar al Draft, veía a Ginóbili por televisión mostrando su talento con los Spurs.

"Me siento cada día útil, obviamente cada vez con menos protagonismo, con menos minutos, con lo que sea, pero siento que aporto. Voy a dejar pasar unos días. Tomar decisiones con las pulsaciones a 180 nunca es bueno, así es que dejaré trabajar la cabeza un poco, ver cómo se siente, cómo está mi cuerpo, cómo están mis ganas de volver a meterme en toda esta vorágine. Así es que no tengo apuro", dijo luego en la conferencia de lunes, cuando quizás la ovación de hinchas y rivales le hizo pensar que su ciclo tal vez no ha acabado.