El 13 de diciembre, solo a cuatro días de la segunda vuelta presidencial, el diputado Giorgio Jackson decidió dar a conocer su voto. Tras una larga espera, el líder del Frente Amplio (FA) anunció que votaría por Alejandro Guillier.

Pese a ello, el parlamentario afirma que el Frente Amplio no tiene responsabilidad en la derrota del candidato de la centroizquierda y asegura que "la derecha tenía mucha más hambre de triunfo que la Nueva Mayoría".

¿Qué significa para el FA el triunfo de Piñera?

A nadie le agrada la idea de que Sebastián Piñera sea el próximo presidente de Chile. Creo que como coalición, habiendo sido derrotados en primera vuelta y ahora con una representación parlamentaria importante, pero no para poder hacer determinante la agenda del Congreso, es importante que con humildad tratemos de interpretar lo que se vio en estos resultados y ponernos a trabajar en terreno para poder comunicar de mejor manera nuestra propuesta.

¿Se esperaba una diferencia de nueve puntos porcentuales?

Ni el más arriesgado analista se esperaba una diferencia de votos como la que se manifestó. Eso es parte del análisis que tenemos que hacer. Más allá de no haber estado en el balotaje, creo que es un insumo sumamente importante lo que se vivió, es una manifestación política, democrática para que tomemos nota y podamos hacer mejor nuestro trabajo, que es representar a la ciudadanía.

Desde ese punto de vista, ¿cree que el FA tiene responsabilidad en la derrota de Guillier? ¿Hace alguna autocrítica?

Nuestra principal responsabilidad fue no haber pasado a segunda vuelta, creo que ahí se hubiese manifestado la responsabilidad del Frente Amplio. Yo entiendo que las personas quieran comenzar a apuntar con el dedo para encontrar un responsable, pero creo que acá hay una suma de factores que son los que determinan la victoria de Piñera y me imagino que es muy pronto para sacar conclusiones, pero es evidente que una diferencia de 650 mil votos aproximadamente no es responsabilidad del Frente Amplio.

¿Cree que se logró captar el voto del Frente Amplio?

No me imagino la suma de votos de Guillier si no es con un fuerte componente de los votos que fueron para Beatriz Sánchez y el Frente Amplio. Ahora, es imposible saber cuánto.

¿Cuál es su análisis de la elección?

La derecha tenía mucha más hambre de triunfo que la Nueva Mayoría. Mostraron mucho más pragmatismo, más unidad, más disciplina y estuvieron dispuestos a recoger propuestas de donde fuera para acercarse a un relato que les permitiera mostrar esa unidad. Creo que en la Nueva Mayoría la posición fue más bien esperar, de pensar que bastaba con el antipiñerismo, cosa que claramente no sucedió. Es la Nueva Mayoría quien tiene que hacer más reflexión sobre lo que pasó durante esta última semana, que hicieron que el candidato Guillier incluso tuviese menos votación que Eduardo Frei en 2009.

¿Cuál será el rol del Frente Amplio en los próximos cuatro años?

Desde el 11 de marzo somos y seremos oposición. Yo al menos estoy bastante seguro de que la disposición de Revolución Democrática es hacer una oposición firme, vinculada con las organizaciones sociales, desplegada en los territorios y, por supuesto, tratando de no dejar que se pase gato por liebre en el Congreso.

Antes de la segunda vuelta se hablaba de que si ganaba Piñera podría haber una mayor fricción social, ¿comparte este juicio?

Va a depender principalmente de cómo llegue Piñera al gobierno. La verdad es que en la única experiencia que tenemos con Piñera fue bastante poco receptivo a las demandas sociales y eso es lo que gatilló que su gobierno alcanzara tantos niveles de rechazo. Me cuesta pensar que haya cambiado tanto en estos cuatro años, sobre todo teniendo como aliado a José Antonio Kast y los sectores más conservadores del país. No es un tema de predisposición, es un tema que va a suceder por reacción.

En la línea de respaldar los movimientos sociales, ¿el FA tendrá más presencia en la calle?

Desde que partimos como organizaciones políticas, justo después del estallido de 2011, no hemos dejado de estar en las calles cuando nos parecen que son causas justas que están siendo invisibilizadas, desoídas o rechazadas. Nuestro compromiso va a ser siempre no callar las injusticias.

Guillier en su discurso habla de la construcción de una nueva fuerza progresista, ¿tendrán algún rol?

Durante este año hicimos el esfuerzo para crear una nueva fuerza política que está encarnada en el Frente Amplio. Esa tarea la queremos seguir profundizando para que se convierta en alternativa en todos los rincones de Chile. No sé muy bien los procesos que van a corresponder a la Nueva Mayoría, pero lo cierto es que en el Frente Amplio queremos seguir construyendo para que nuestro proyecto pueda tener un mayor alcance.

¿Y tendría en su bloque algún espacio, por ejemplo, para el Partido Socialista o Comunista?

No sé si ellos han tomado alguna determinación de salirse o cuestionar su rol dentro de su coalición. Yo al formar parte de RD, del FA, lo que sí sé es que estamos con mucha voluntad para ser una alternativa de transformación. Esto supone conversaciones, aperturas al diálogo, me imagino que siempre van a encontrar una puerta, pero eso no significa en ningún sentido comenzar hoy, el día después de una elección, a reconfigurar las piezas de un tablero político solo producto de un resultado electoral. No me atrevería a predecir hoy día un cambio así.

Estando la Nueva Mayoría y el Frente Amplio en oposición, ¿cuál será el desafío para resaltar y marcar su propia identidad?

Creo que eso se tiene que darse de manera natural, si es que alguien trata de forzar una diferenciación por cosas que son vacías eso a la larga se nota. Mi impresión es que las diferencias se van a expresar de manera natural cuando alguien mire las actuaciones, las posiciones que uno va sosteniendo a lo largo del tiempo. Creo, y creo hablar por Vlado (Mirosevic) y Gabriel (Boric), que nosotros pensamos mantener nuestras posturas, que muchas veces han sido contrarias a este gobierno. Ahora, si otros cambian de posición y se suman a nuestras posturas, bienvenidos.