El diputado Giorgio Jackson está cansado. La noche anterior a esta entrevista pasó de largo sesionando en la Comisión de Educación de la Cámara por la Ley de Educación Superior. Pero el líder de Revolución Democrática habla con convicción de la candidatura de Beatriz Sánchez, de la cual fue uno de sus promotores. Cree que pueden derrotar a cada uno de sus adversarios y dice que trabaja para eso, pero que de no ser así, su partido ya decidió que se realizará un plebiscito para definir qué camino seguir. Y desde ya advierte que son necesarios los acuerdos, ya que ninguna coalición tendrá mayoría en el Parlamento a partir de 2018.
Partamos desde el inicio. ¿En qué momento se consideró salir a buscar una figura como la de Beatriz Sánchez?
En Revolución Democrática estábamos convencidos de que este año iba a ser un año de un escenario muy líquido, donde las coaliciones tradicionales empezaban a perder mucho apoyo por los distintos hechos políticos que han ocurrido. Por eso, sumado al cambio del sistema binominal, estábamos convencidos de que había que llevar una lista parlamentaria y frente a ese escenario nos preguntamos: ¿La apuesta presidencial qué? Luego de analizar otros nombres, surgió la idea de hablar con Beatriz.
Y por qué no Alberto Mayol, siendo que él ya había expresado su interés de participar. Además, tal como ellos lo han mencionado, tienen propuestas muy similares.
Beatriz para nosotros simboliza una persona que desde otro ámbito, que no necesariamente es la política profesional, como se le llama, hablaba, abordaba e investigaba sobre temas relacionados al malestar que existe en Chile y lo hacía de una manera en la que combinaba la rabia y la frustración, pero con un tono de esperanza y un llamado a la acción colectiva. Eso, mezclado, además, a su sencillez y su humildad, que le da la capacidad suficiente para trabajar en equipo, fue lo que más nos llamó la atención.
¿Atributos que no tiene Mayol?
Creemos que ella representa mucho mejor ese ideario que lo que pueda representar cualquier otra candidatura que nos imagináramos. Alberto tiene otros atributos.
A Sánchez se le ha criticado una supuesta falta de propuestas y de precisión en su "hoja de ruta". El propio Mayol lo ha manifestado.
Me extrañan esas críticas, porque la propia "hoja de ruta" define un mecanismo bajo el cual se van a ir especificando aquellas propuestas que hoy pueden ser más gruesas. No es falta de postura, es, como bien se dice, falta de detalle y el compromiso es que para la elección de noviembre va a estar el detalle a la altura de una candidatura presidencial no de primaria, sino que de elección general.
¿Qué le parecen las propuestas de Mayol? Por ejemplo, sobre entregar mar a Bolivia, sobre lo que Sánchez no se ha pronunciado.
Beatriz se ha pronunciado, pero no ha respondido en términos binarios que yo creo que es precisamente la complejidad que se le tiene que introducir a un debate como las relaciones internacionales y, en particular, el sensible tema con Bolivia. El que no haya respondido con una propuesta específica, como la de Alberto, refleja la comprensión del fenómeno. Habiendo un juicio en La Haya, me parece que ha sido prudente en no banalizar el tema.
¿Y sobre las otras propuestas de Mayol?
Hay algunas propuestas que suenan interesantes. En general, todas las ideas que puedan ser buenas de su programa, en el caso de que Beatriz salga electa, tienen que tratar de ser incorporadas. Las ideas no tienen propietario, una vez que se aportan debiesen ejecutarse independiente de quién encabece el proyecto para noviembre.
Sobre los cuestionamientos de Mayol, Sánchez ha dicho que no está dispuesta a quebrar el bloque por más votos.
Me parece generoso que se anteponga la salud o la sanidad de un proyecto colectivo en vez de verse tentado a responder por el ego. .
¿Ve alguna similitud entre Sánchez y Bachelet?
No creo que tengan una similitud. Yo creo que se ha intentado homologar los liderazgos, porque la dos son mujeres, pero extrañamente, cuando hay elecciones entre hombres que puedan tener atributos muy similares a gobiernos anteriores no se hace una homologación, porque sería considerado como una falta de respeto. Beatriz es una persona que tiene un sentido de acción colectiva, además, sin tener la experiencia política de haber sido ministra, presidenta o secretaria de ONU Mujer, sino desde la posición de crítica desde los medios de comunicación. Tiene un liderazgo distinto.
Y esa falta de experiencia política que usted menciona, ¿le puede jugar en contra?
Es algo que se puede suplir con los equipos de trabajo. Además, experiencia política por sí sola no es garantía de un buen gobierno. Todos aquellos déficit en cuanto a experiencia, estoy seguro de que Beatriz es la primera que los reconoce y quiere trabajar para acumular experiencia y sobre todo suplir la falta de ésta con equipos de trabajo.
Esta candidatura propone varias reformas estructurales, pero con gradualidad, lo que se parece al discurso de la Nueva Mayoría.
Hay una diferencia muy grande. Una cosa es avanzar pasito a pasito, pero con un norte claro, que queda establecido durante los cuatro años de gobierno. La gradualidad es decidir, cumplir y que la implementación vaya siendo en los tiempos prudentes para que salgan bien las cosas. Creo que la Nueva Mayoría, más que gradualidad, lo que ha tenido es evasivas, ambigüedad y falta de cumplimiento a las expectativas que ha levantado.
Si Sánchez no pasa a segunda vuelta, ¿apoyarían a la Nueva Mayoría para evitar un triunfo de la derecha?
Lo primero es que hay que ganar este fin de semana, hay que ganarle al frío, hay que ganarle a la parrilla futbolística y hay que ganarle a la indiferencia y a la desesperanza. Si es que superamos estas barreras, yo creo que Beatriz tiene todas las condiciones para llegar a noviembre con un posicionamiento suficiente para pasar a segunda vuelta. Estamos trabajando para eso. Pero si no ocurre, en Revolución Democrática, en una segunda vuelta, vamos a convocar a un plebiscito interno para ver cuáles son las distintas opciones. Libertad de acción, llamar a votar igual pero sin decir por quién, o llamar a votar por un nombre específico. A nivel del Frente Amplio se tendrá que ver cuál es el mecanismo, pero lo que sí podría garantizar es que acá no va a haber una negociación con transacción de cargos. Queremos resolver colectivamente para que el proyecto de Frente Amplio no muera entre noviembre y diciembre, en el caso que no pasemos a segunda vuelta.
Si el próximo gobierno es de la Nueva Mayoría, ¿ustedes harán una colaboración crítica o serán oposición?
Insisto, ese no es el escenario por el que estamos trabajando, y si es que llega a darse un escenario de esa naturaleza tendremos que ver con qué correlación de fuerza contamos en el Parlamento. Obviamente que vamos a tener en consideración todos los aprendizajes del pasado, de las cosas que se pueden hacer y las cosas en las que finalmente terminamos frustrados y con una sensación de amargor.
¿Se refiere a la participación de militantes de RD en el gobierno de Bachelet?
Más que a la participación, me refiero sobre todo a la frustración de que el gobierno no haya tenido la convicción, la audacia y la fuerza de ordenar las mayorías parlamentarias que tenía en ambas cámaras para poder llevar a delante un proyecto de transformación con las condiciones políticas que estaban dadas. Todos esos amargores a mí me parece que son aprendizajes que no podemos obviar al futuro.
La Nueva Mayoría dice que el Frente no es capaz de ofrecerle gobernabilidad al país. ¿Con quiénes gobernarían?
Es muy curioso escuchar a la Nueva Mayoría hablando de gobernabilidad cuando se les quebró el gobierno a mitad de año y no son capaces de aprobar leyes simples teniendo mayoría en ambas cámaras, y sobre todo en una semana donde la aprobación de una ley depende de una relación amorosa entre dos miembros de la propia coalición. Nosotros la gobernabilidad que queremos plantear es una que esté dada por la legitimidad de las acciones en la población, o sea la población tiene que sentir que el gobierno está haciendo cosas legítimas para la mayoría de las personas, sin nunca desmerecer el cuidado que hay que tener con las minorías. Todo eso tendrá que tener un correlato en cómo estamos dispuestos al diálogo con otras fuerzas para aprobar las leyes en el Parlamento. Estoy convencido de que si hacemos una activación social para las elecciones, en la cual las personas sepan por lo que están votando, independiente de que el candidato sea del Frente Amplio o algunos de la Nueva Mayoría que se comprometan con esos cambios, esas personas van a tener que colaborar después con el proyecto específico con el que se comprometieron.
¿Entonces se buscaría un acuerdo con esos partidos?
Más que con los partidos, con todos los parlamentarios que se comprometan con los cambios. No hay ninguna coalición, sobre todo si la Nueva Mayoría va dividida en dos listas, que pueda asegurar que va a tener mayoría parlamentaria el próximo gobierno.
¿Cuántos parlamentarios tendrán en 2018?
Hay cuatro metas. Una, es tener representación en el Senado. Otra es agrandar nuestra plantilla al menos cinco veces, o sea llegar a más de 15 parlamentarios. Una tercera meta es diversificar en términos de género, de apellidos y orígenes. Y por último, que tengamos representación de distintas fuerzas dentro del Frente Amplio.