El presidente de la Comisión de Salud del Senado Guido Girardi, acusó de "fraude a las grandes cadenas de farmacias" al sacar de la oferta "intencionadamente" los medicamentos bioequivalentes genéricos y sólo dejar bioequivalentes de marcas propias, "privilegiando así intereses económicos y perjudicando al formulario nacional".
"Cruz Verde, Salcobrand y Farmacias Ahumada, continúan abusando y dañando la salud de los enfermos, al aprovecharse de intersticios de la Ley de Fármacos, y de paso están destruyendo una política tremendamente exitosa que son los remedios genéricos del formulario nacional que permitió a los chilenos durante décadas acceder a medicamentes a bajo precio" dijo el senador.
El parlamentario explicó que, "los laboratorios están dejando de fabricar bioequivalentes genéricos, porque les reporta pocas utilidades y su interés no es la salud de las personas sino que ganar dinero, y hacen sólo bioequivalentes de marcas propias que tienen una rentabilidad muy superior".
La ley de fármacos plantea que el medicamento recetado por un doctor puede ser cambiado en el punto de venta por uno bioequivalente que es más barato, pero no explicita que sea genérico.
"La persona al llegar a la farmacia se encuentra que hay sólo bioequivalentes de marca, que es un poco más barato que el medicamento original, pero mucho más caro que el bioequivalente genérico", explicó el senador.
El parlamentario graficó la diferencia de precios que hoy existe entre medicamentos bioequivalentes de marcas y los genéricos que hoy no están en stock, diferencias que incluso llegan a más del mil por ciento.
"Acá tengo amoxicilina genérica que vale $2.390, pero no hay. Y el bioequivalente de marca, Amoval, vale $11.490 o el Amoviotic, que vale $8.890. Otro caso es el del ibuprofeno genérico que vale $590, pero el Actron, que es el bioequivalente de marca, vale $3.500. La Fluxotina genérica sale $590 pesos y el de marca que causalmente es el del laboratorio de Farmacias Salco, cuando vale $ 4.700 pesos", dijo Girardi.
El parlamentario explicó que el bioequivalente de marca tiene el mismo compuesto que el genérico, la única diferencia es su denominación comercial y que fabricado por laboratorios directamente relacionados con las farmacias.
Ante ello, Girardi manifestó que, "como autor de la Ley de Fármacos, -que terminó con las canelas y los incentivos, y obliga a tener lista de precios- le pido al gobierno apoyo y urgencia para terminar con la integración vertical, que las cadenas de farmacias no puedan al mismo tiempo tener laboratorios que fabrican medicamentos porque van a vender los que fabrican".
En el mismo proyecto, "voy a presentar una moción que sólo se pueda cambiar los medicamentos recetados por bioequivalentes-genéricos porque o sino van a ofrecer sólo bioequivalentes de marcas. Si permitimos que siga esto van a desaparecer los genéricos del mercado. Este un problema de salud pública y de la máxima urgencia", agregó.