Al final de una de las semanas más tensas en el comando de Eduardo Frei, debido a la fuerte arremetida del PPD para radicalizar la campaña con una agenda progresista, el abanderado oficialista accedió a incorporar a Alvaro García, uno de los hombres de confianza de Guido Girardi, como uno de los coordinadores programáticos.
La concesión fue celebrada en el PPD, pues -como era el anhelo de la tienda- le permitirá supervisar la redacción del programa de gobierno.
Con todo, en el partido han surgido voces que cuestionan la radicalidad con que Girardi ha asumido su ofensiva y su flirteo con el clan Ominami.
En el entorno del senador explican que su apuesta es recuperar su asecendencia al interior de la Concertación, convirtiéndose en un puente entre el bloque oficialista y la candidatura de Enríquez-Ominami para negociar apoyos en una segunda vuelta.
La línea directa que Girardi mantiene con los Ominami ya ha permitido el blindaje de algunos candidatos a diputados del PPD, como el timonel Pepe Auth en Estación Central, distrito por el que se abstendrá de repostular Alvaro Escobar.
Cercanos a Girardi también señalan que la apuesta es recuperar su liderazgo en el mundo progresista -hoy copado por la candidatura de Enríquez- y que, independientemente de los resultados de las elecciones presidenciales, su intención es conformar una nueva alianza de izquierda, al estilo de El Olivo en Italia.