Por primera vez, Giorgio Martelli Robba, ex recaudador de campañas de la Concertación, reconoció en una declaración ante el Ministerio Público que le solicitaron colaboración para conseguir recursos para la campaña de Michelle Bachelet en 2013.
"A mí me pidieron colaboración en el tema de conseguir recursos para la campaña" dijo el geógrafo, al comparecer ayer ante la Fiscalía de Alta Complejidad Oriente, citado en el marco del caso Penta. Ante el fiscal Carlos Gajardo, quien lo requirió en relación a una factura emitida por Credo, ex proveedor de la campaña de Bachelet, a Eccsa S.A. de Ripley, el geógrafo -imputado también en el caso SQM- agregó que en 2013 participó en algunas gestiones para conseguir aportes de campaña.
"No participé directamente en la campaña, participé en algunas gestiones que tiene que ver con conseguir recursos para la campaña, a diferencia de 2005 en que fui administrador electoral", dijo Martelli en su testimonio.
En declaraciones anteriores, el recaudador había dicho que su función estaba vinculada al financiamiento de profesionales que requerían estabilidad personal para dedicar tiempo a preparar "una nueva opción de gobierno de la Concertación". Esto en relación a los pagos que su empresa Asesorías y Negocios (la que facturó unos $ 250 millones a SQM) había hecho a figuras que luego se integraron al comando de campaña y al gobierno de Bachelet.
Martelli da un giro respecto de sus declaraciones en dicha causa (ver frases destacadas). El ex administrador electoral redefine el rol del ex ministro de Interior, Rodrigo Peñailillo, a quien en una primera instancia había sindicado como creador de AyN y quien reclutaba a los profesionales en el periodo previo a la campaña. Sin embargo, ahora Martelli señaló que junto a Rosenblut fue quien lo convocó para conseguir los recursos.
"Las personas que me pidieron participar en el tema del financiamiento fueron Jorge Rosenblut y Rodrigo Peñailillo. Mi función era cómo operativizar los aportes de campaña que hacían tanto las empresas como personas".
Si bien en párrafos sucesivos Martelli apunta a que su función se circunscribía a los aportes vía Servel, al momento en que el fiscal Gajardo le pregunta si su gestión con Credo tenía fines de campaña, el recaudador vincula esos pagos directamente a los gastos del comando de Bachelet.
"Efectivamente puedo deducir que esta operación podría haber tenido que ver con el financiamiento para la campaña presidencial de Michelle Bachelet, pero no me consta tampoco", señaló el ex recaudador.
Los "aportes" de Ripley
Al inicio de su declaración, la fiscalía solicitó a Martelli describir su vínculo con Diego Perry, el publicista e hijastro de Juan Carvajal -ex asesor de Bachelet-, quien participó en la campaña presidencial 2005 y es dueño de Credo Ltda.
"Respecto de Asesorías Credo (...) conozco a Diego Perry, que es un destacado profesional de las comunicaciones, que tiene mucha experiencia. Lo debo haber conocido en el contexto de la campaña presidencial 2005 o en la siguiente. Él trabajó en esta campaña en temas de franja electoral y en temas de grabaciones y comunicaciones. Entiendo que trabajó también en la campaña presidencial de 2013. No tuve ninguna vinculación directa con él, pero entiendo que sí trabajó. Entiendo que tuvo participación en la franja y en otro tipo de grabaciones audiovisuales", señaló Martelli.
La empresa de Perry fue rectificada por dos facturas por un total de $50 millones emitida en una fecha posterior a la campaña de Bachelet. Y en 2013 aparece en registros de Servel como proveedor de la campaña de la actual mandataria por un monto de $15 millones.
Luego relata cómo lo contactó Rosenblut para pedirle interceder entre Credo y Ripley. "Cuando finalizaba la campaña presidencial de Michelle Bachelet, yo ya no estaba participando mucho, sino que estaba dedicado a mis actividades particulares. Jorge Ronseblut me pidió contactar a la gente de Diego Perry con la gente de Ripley, que me parece que era un señor de nombre Miguel Núñez", dice.
Y continúa: "Jorge Rosenblut estaba en ese tiempo en Estados Unidos y no tenía los contactos directos y por eso me pidió a mí que los contactara. (...) Llamé por teléfono a Diego Perry o puede que lo haya visto, le dije que Rosenblut me pidió que lo contactara para decirle que le hiciera un trabajo a Ripley en el ámbito de las comunicaciones".
Pese a que Martelli vincula estos pagos con la campaña de Bachelet, no reconoce montos respecto a lo conversado con Perry. "No recuerdo si Rosenblut me habló de montos. Me dirigí a las oficinas de Ripley que están en el Parque Arauco o en el Alto Las Condes y me entrevisté con Miguel Núñez (...) No recuerdo si se habló de montos. Mi rol fue decirles quien eran ellos y los contacté", dice.
Con estos dichos, los fiscales del caso tomarán varias decisiones, como volver a citar a Rosenblut y Núñez, e incluso volver a requerir el testimonio del ex ministro Peñailillo.