General Motors (GM) ha retirado su solicitud para acceder a US$14.400 millones en préstamos del Departamento de Energía para cumplir su objetivo de mantener "la mínima deuda" en su hoja de resultados.
Esto luego del plan de préstamo que la compañía solicitó al gobierno norteamericano en 2009, tras la quiebra que sufrió y que obligó a la gigante estadounidense a cerrar sus plantas de fabricación de vehículos.
El fabricante de automóviles anunció su decisión de retirar su solicitud del programa federal, dotado con US$25.000 millones, para facilitar a los fabricantes estadounidenses de vehículos la adquisición de nuevos equipos que ayuden a reducir el consumo de sus automóviles.
"Esta decisión está basada en nuestra confianza en el progreso global de GM y el fuerte rendimiento empresarial en su conjunto", explicó a través de un comunicado Chris Liddell,vicepresidente del consejo de administración de GM y su director financiero.
"La retirada de nuestra solicitud de préstamo es consistente con nuestro objetivo de mantener una deuda mínima en nuestra hoja de resultados", añadió.
Pero Liddell también resaltó que la decisión no tendrá ningún impacto en la capacidad de la empresa de desarrollar nuevos vehículos y tecnologías.
"La renuncia de préstamos gubernamentales no ralentizará nuestros planes agresivos de producir más vehículos y tecnologías nuevas tan rápidamente como podamos. Seguiremos invirtiendo en afirmar nuestro liderazgo sectorial en tecnología y economía de consumo", terminó señalando.
GM había solicitado los préstamos en octubre de 2009, pocos meses después de salir de la quiebra tras recibir unos US$50.000 millones del Tesoro estadounidense.
Desde entonces, la situación de la empresa ha mejorado de forma sustancial tras una agresiva reestructuración que supuso la eliminación de cuatro de sus ocho marcas: Saab, Hummer, Saturn y Pontiac.
En los nueve primeros meses de 2010, GM ganó US$4.200 millones y en noviembre del año pasado volvió a cotizar en los mercados de valores al realizar una Oferta Pública de Venta (OPV) que generó US$23.100 millones para sus accionistas.
Tras las penurias de 2008 y 2009, el fabricante de automóviles cuenta ahora con unos US$20.000 millones en liquidez, lo que ha facilitado su decisión de retirar la solicitud de préstamo.
Otros fabricantes de automóviles también han solicitado préstamos al programa del Tesoro.
Ford, que no recibió fondos públicos durante la crisis del sector, ha recibido un préstamo de US$5.900 millones, la japonesa Nissan otros US$1.400 millones y Tesla y Fisker, que han empezado a producir vehículos eléctricos, US$500 millones cada una.
El Grupo Chrysler ha solicitado unos US$3.000 millones, pero todavía no ha recibido el dinero, que podría llegar en abril.