Una multa que puede alcanzar las cinco mil Unidades Tributarias Anuales (UTA); es decir, US$ 4,7 millones, arriesga la gobernación de Parinacota en caso de que se confirme el cargo de infracción grave por la descarga de aguas servidas desde el Complejo Fronterizo Chungará hacia el lago del mismo nombre, ubicado en el Parque Nacional Lauca, área de 137.000 hectáreas.

La Superintendencia del Medio Ambiente fiscalizó en febrero pasado la planta de tratamiento de aguas de ese complejo, la que recibe un máximo de 40.000 litros de aguas servidas por día. El proyecto fue fiscalizado, pues se emplaza en un parque nacional que, además, posee el título de Reserva de la Biósfera de la Unesco.

El organismo detectó que el efluente que se arroja directamente al lago -líquido ya tratado- no cumple con la norma. Así, mientras las muestras arrojaron un valor de 2.500 NMP (Número más probable), el Decreto Supremo 90 del Ministerio Secretaría General de la Presidencia establece un máximo de 1.000; es decir, se duplica lo establecido por ley. También se encontraron los parámetros alterados en cuanto a nitrógeno y demanda bioquímica de oxígeno.

La superintendencia determinó, además, que no hay un plan de monitoreo y vigilancia de la planta. Asimismo, esa instalación tampoco tiene autorización sanitaria.

Debido a estos incumplimientos, la entidad abrió un proceso sancionatorio y, el 30 de julio, formuló cargos por infracción grave, que contempla sanciones, como una multa máxima de 5.000 UTA, la clausura del proyecto y la revocación de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), si se confirman las faltas. Para subsanar el problema, la gobernación debe presentar un programa de cumplimiento de las normas en 10 días (lo que hasta ayer no sucedía).

PLANTA

La fiscalización también detectó que no había un adecuado manejo de los lodos (residuos).

El gobernador de Parinacota, Odlanier Véliz -representante legal del complejo donde se ubica la planta-, afirmó que este problema podría ser solucionado con la construcción de una cancha para el secado de lodos (residuos que deja el tratamiento). Añade que hoy, este material es retirado por una empresa y es llevado fuera del parque, mientras se construye una cancha.

Agregó que están en proceso de contratación de una empresa que realice un monitoreo permanente del funcionamiento del proyecto.

El investigador del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Aridas y académico de la U. de La Serena, Francisco Squeo, sostiene que la preservación de ese cuerpo lacustre es relevante "para peces endémicos denominados orestias. La biomasa acumulada genera la falta de oxígeno y la muerte de la fauna". Agregó que, además, animales emblemáticos como los flamencos se alimentan en el lago o bien anidan en sus inmediaciones, "por lo que se debe mantener este ecosistema lo más prístino posible".