El gobernador de Tokio, Naoki Inose, presentó su renuncia al cargo afectado por un escándalo financiero, según informaron los medios de comunicación nipones.
"Decidí renunciar", declaró Inose en una conferencia de prensa, precisando que ya había enviado una carta al presidente de la Asamblea de la ciudad de Tokio.
"Intenté explicarme en la Asamblea municipal, ante el pueblo de Tokio y el país, pero no los convencí", añadió.
Desde el mes pasado Inose, un escritor de 67 años de edad, elegido gobernador de la ciudad el 16 de diciembre de 2012, se tambaleaba tras descubrirse un dudoso préstamo por un monto de 50 millones de yenes (unos 370.000 euros), precisamente cuando se encontraba en plena campaña electoral para lograr gobernar a una de de las más grandes e importantes ciudades del mundo.
Tras estallar el escándalo en noviembre, Inose trató de convencer a todos de su buena fe, y de que se trataba de un préstamo de carácter personal y no para su campaña.
El problema radica, en particular, que dicho préstamo le fue otorgado por una organización hospitalaria involucrada en un escándalo de financiación ilegal.
El grupo Tokushukai es objeto de una investigación y seis de sus miembros fueron detenidos por fraude electoral organizado.
No obstante, en las cuentas de la campaña de Inose no hay la menor mención a este dinero.
Ante sus pares y la prensa, el gobernador renunciante presentó en las últimas semanas documentos con los que pretende confirmar que ya devolvió el préstamo.