Europa tiene por delante un mes que podría decidir el éxito del intento del Banco Central Europeo de poner fin a la crisis de la deuda en tanto los gobernantes hacen frente a una posición más dura de los países acreedores, tensiones en España y un inminente informe sobre Grecia.
La primera de tres cumbres que el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, ha calificado de "cruciales" se realizará en Bruselas el 18 y 19 de octubre, y el sentimiento de los inversores respecto de la zona del euro –que mejoró en septiembre- se encuentra en declinación.
"La gente empieza a ver las cosas con más tranquilidad" luego de que el plan de compra de bonos del BCE y la decisión de un alto tribunal alemán de liberar el financiamiento de rescate generaran optimismo el último mes, dijo ayer en una entrevista Clemens Fuest, un economista de la Facultad de Administración Said de la Universidad de Oxford.
En octubre, que marca el tercer aniversario de la crisis de la deuda, los gobernantes de la zona del euro debatirán sus diferencias. La discordia subraya que el intento del presidente del BCE, Mario Draghi, de calmar la crisis mediante la promesa de comprar deuda soberana ha resultado ineficaz.
Los bonos españoles a 10 años cayeron la semana pasada y el rendimiento aumentó 18 puntos básicos en un contexto de tensión en el país. El euro, que se fortaleció 4,4 % en las primeras dos semanas de septiembre, tuvo la semana pasada su segunda declinación semanal contra el dólar estadounidense.
El primer ministro español, Mariano Rajoy, que se ve presionado a desencadenar la nueva artillería financiera del BCE mediante un pedido de ayuda, instó durante el fin de semana a la unidad nacional y criticó a los nacionalistas por obstaculizar los intentos de combatir la crisis.
'Más problemas' "Lo peor que puede hacerse en relación con la crisis económica que vivimos es romper la estabilidad económica", dijo Rajoy en un acto del 29 de septiembre en la región vasca española de Vitoria. Los nacionalistas tratan de "causarle más problemas a la gente, como si los problemas que ya tenemos no fueran suficiente".
Rajoy sufrió un revés la semana pasada cuando el presidente de la región catalana, Artur Mas, convocó a elecciones para buscar un mayor grado de autodeterminación para el gobierno regional. El líder vasco Iñigo Urkullu, que apunta a obtener la presidencia regional en una votación del 21 de octubre, también dijo que su partido quiere más autonomía.
El 25 de septiembre manifestantes protestaron en las calles de Madrid, y dos días después el gobierno de Rajoy dio a conocer un quinto paquete de austeridad en nueve meses, así como medidas destinadas a impulsar el crecimiento económico. El Comisionado de Asuntos Monetarios y Económicos de la UE, Olli Rehn, dijo que las medidas van más allá de las recomendaciones para la reorganización de España. El Ministerio de Presupuesto de España anunció en el fin de semana planes de tomar crédito por 207.200 millones de euros (US$267.000 millones) el año próximo, lo que llevará la deuda del país al 90,5 % del producto interno bruto.