A ocho días del terremoto ocurrido en el norte del país, el gobierno anunció la entrega de $ 1.600 millones a las comunas de la Región de Tarapacá, recursos para comenzar el proceso de restauración de las áreas más impactadas por el movimiento telúrico, donde quedaron 9.547 viviendas afectadas.

El ministro secretario general de Gobierno, Alvaro Elizalde, explicó ayer que los recursos serán entregados a "los municipios de la Región de Tarapacá, básicamente, para financiar programas de mejoramiento urbano de todo tipo, vinculados a la normalización y reconstrucción en la zona. Estamos hablando de recuperación de espacios urbanos, establecimiento de albergues, múltiples iniciativas para que los municipios, directamente, puedan realizar inversiones para normalizar la vida en la zona".

En paralelo, el Ministerio de Vivienda continúa con su equipo en la zona, con el fin de terminar el catastro de inmuebles que resultaron con daños, el que sería dado a conocer el próximo viernes.

La ministra de Vivienda y Urbanismo, Paulina Saball, señaló que se están definiendo los instrumentos que se podrán usar: entre ellos está la opción de implementar un subsidio de arriendo -el que fue utilizado por las familias afectadas por el 27/F, aunque muchas lo desecharon por el alto precio de los alquileres-, mientras finalice la construcción de sus hogares definitivos. El subsidio "es un buen instrumento de transición pero que no siempre se aplica, porque no siempre hay stock de vivienda o los valores son altísimos", dijo Saball.

La secretaria de Estado añadió que estas herramientas serán usadas porque "hay familias que no tienen redes a las cuales recurrir. No tienen los recursos para habitar en áreas seguras, porque son vulnerables".

Lentitud

Recién hoy en la noche, algunas familias que perdieron sus bienes en el terremoto van a contar con una vivienda de emergencia, debido a que ayer comenzó la construcción de las primeras mediaguas.

En los pueblos interiores de la Región de Tarapacá, el trabajo está a cargo de la organización Techo Chile, con la colaboración de efectivos del Ejército, quienes levantarán, en principio, 52 casas en Huara, Pozo Almonte y La Tirana, y en una segunda etapa serán otras 50.

El alcalde de Huara, Carlos Silva, afirmó que "nos hubiese gustado que se habilitaran con mayor celeridad. Tener a las familias durmiendo en estas condiciones (en carpas o albergues) es mucho tiempo".

Ayer comenzó también el trabajo de demolición de las primeras casas en Huara. La vecina Delfina Ticuna -cuyo inmueble fue declarado inhabitable- criticó la demora en la entrega de mediaguas: "Fue muy lento todo, desde la ayuda con víveres y más aún la entrega de un lugar donde poder dormir, pero agradezco que por fin se hayan empezado a construir".

En la zona hay 300 voluntarios de Techo Chile trabajando desde ayer en las viviendas temporales. Sin embargo, los equipos ya estaban desde hace varios días listos para comenzar las labores. "Esperamos que la construcción salga rápido, porque son familias que necesitan soluciones 'ayer'. Nosotros estamos desde el día siguiente del terremoto listos para comenzar, pero tuvimos el vamos de las autoridades este fin de semana pasado", afirmó la directora social de Techo Chile, Pía Mundaca.

El intendente de Tarapacá, Mitchel Cartes, aseguró que "a una semana del primer terremoto, la Presidenta (Michelle) Bachelet nos encomendó la misión de empezar la reconstrucción. Eso es lo que estamos viendo ahora en la comuna de Huara".

El alcalde de Pozo Almonte, José Muñoz, también considera que el apoyo para levantar casas de emergencia ha sido lento y lo relaciona con la "gran distancia geográfica que tenemos con el nivel central. Ha sido tardío por estar lejos, el sentir de todos es que ha sido lento".