La economía alemana continúa enfriándose y a finales de año rozará el estancamiento, según señala el ministerio de Economía en su informe de octubre presentado hoy.

En concreto, el análisis recuerda que el producto interior bruto (PIB) de la mayor economía europea creció un 0,3 % en el segundo trimestre y estima que el crecimiento será aún menor en la segunda mitad del año.

La "economía alemana se desarrolla con una dinámica marcadamente moderada" y "se mantienen significativos riesgos a la baja para la coyuntura", señala el informe.

El documento argumenta que el notable enfriamiento se debe sobre todo a factores externos: a la crisis de la deuda que ha llevado a la eurozona a la recesión y a la desaceleración que están experimentando los principales países emergentes, con China a la cabeza.

El ministerio de Economía sigue de esta manera la línea de los mayores institutos de estudios económicos de Alemania, que en las últimas semanas han revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para los próximos trimestres.

En su revisión de otoño, los principales institutos económicos han recortado sus previsiones para este año, por debajo del 1 %, y para el próximo ejercicio, que aún así, será a su juicio ligeramente mejor que 2012.