El Gobierno alemán se comprometió hoy a estudiar la posibilidad de tomar declaración en Moscú al extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) estadounidense Edward Snowden, para conocer los detalles del programa de espionaje de su país en territorio germano.
Tras concluir la reunión de la comisión parlamentaria de secretos oficiales que celebró hoy una sesión extraordinaria para analizar las actividades de la NSA, el ministro del Interior alemán en funciones, Hans-Peter Friedrich, descartó de nuevo la posibilidad de ofrecer asilo a Snowden en Alemania.
El Ejecutivo de Angela Merkel, añadió, estudiará bajo qué condiciones Alemania puede interrogar a Snowden en Rusia, donde ha conseguido un permiso temporal de asilo.
El presidente de la comisión de secretos oficiales del Bundestag (cámara baja), el socialdemócrata Thomas Oppermann, subrayó en declaraciones a los medios la importancia de poder tomar declaración al técnico estadounidense sin que ello complique la ya difícil situación en la que se encuentra.
"No podemos invitarlo a venir a Alemania sin tener la seguridad de que no será extraditado (a Estados Unidos)", añadió.
El compromiso alcanzado en la comisión no satisfizo sin embargo al diputado de los Verdes Hans Christian Ströbele, quien se entrevistó la semana pasada en Moscú con Snowden y recibió de éste la oferta de colaborar con las autoridades alemanas.
A su juicio, sí es posible acoger a Snowden a Alemania, no extraditarlo y garantizar su seguridad.
"Sólo hay que quererlo realmente", manifestó Ströbele, quien consideró que enviar una delegación a Moscú no es la mejor solución, entre otras cosas porque el interrogatorio debería contar con el visto bueno de las autoridades rusas.
Ante la comisión de secretos oficiales comparecieron hoy los presidentes de los servicios secretos alemanes de exterior e interior, Gerhard Schindler y Hans-Georg Maaßen, quienes visitaron el domingo la Casa Blanca para recabar información de la administración de Barack Obama.
"No sé ahora más que antes", señaló escéptico Ströbele a los periodistas tras concluir la sesión.