El gobierno intentó tomar distancia ayer de la polémica por el aumento de $ 4.400 millones para asignaciones parlamentarias que fueron incorporadas en la Ley de Presupuesto 2012. Este incremento permitirá a cada senador subir en $ 2 millones sus gastos mensuales en oficinas y labores territoriales.

Los recursos fueron solicitados por un grupo representativo de senadores a Hacienda antes de la discusión presupuestaria. Varios parlamentarios sostienen que, en septiembre, se pidió una audiencia con la directora de Presupuesto, Rossana Costa, para plantearle el tema.

La solicitud tuvo una respuesta favorable del Ejecutivo, que en su proyecto de Presupuesto 2012 incorporó el grueso de estos nuevos recursos en el subtítulo "bienes y servicios de consumo".

Una vez aprobada la iniciativa, la holgura fiscal permitió al Senado reactivar su petición al Consejo de Asignaciones Parlamentarias para subir los gastos operacionales (ver secundaria).

Consultado ayer el titular de Hacienda, Felipe Larraín, deslindó responsabilidades en torno al incremento de asignaciones parlamentarias y dijo que "lo que hace el Poder Judicial y el Congreso es algo que corresponde al funcionamiento interno" de cada institución.

En el gobierno explican que, cuando se trata de presupuestos de poderes del Estado, Hacienda se limita exclusivamente a acoger las peticiones y velar que los aumentos no se escapen del marco global del crecimiento del erario. De hecho, mencionan que no existen antecedentes de que alguna vezse haya negado una solicitud de recursos del Congreso.

Estos aumentos, sin embargo, no estaban en conocimiento de los diputados y fue uno de ellos, Fidel Espinoza (PS), quien reveló públicamente la polémica alza. En el Congreso atribuyen esta acción a una vieja disputa que Espinoza sostiene con el actual presidente del Senado, Camilo Escalona, por el cupo de la X Región.

Defensa de presupuesto

En octubre de 2011, el entonces titular del Senado, Guido Girardi, concurrió a la subcomisión parlamentaria encargada de revisar la partida del Congreso para defender el presupuesto y justificar un incremento de 6,8%.

Según registra el informe de la cuarta subcomisión mixta -que fue sometido posteriormente a votación en ambas salas del Congreso-entre las inversiones citadas por Girardi aparecen la modernización de comedores, reparaciones por "filtraciones de agua" en los estacionamientos, la renovación de equipos computacionales y el diseño de un sistema de seguridad informática para "evitar hackeos y piratería".

El informe, no obstante, no menciona que gran parte del aumento también iba a estar destinado a subir gastos operacionales de los senadores. El erario del Senado, que subió este año en $ 2.034 millones, contemplaba $ 1.816 millones solo para mejoras en asignaciones.

Diputados que participaron en la tramitación del presupuesto señalan que solo esta semana se enteraron de esa situación. Además, dicen que, a diferencia, en la misma subcomisión expuso el entonces titular de la Cámara, Patricio Melero, quien reveló -según registra el informe- que el aumento presupuestario de su corporación se debía al incremento de asignaciones para asesores legislativos, además de otras remodelaciones. La Cámara recibió en total $ 2.532 millones solo para asignaciones.

En tanto y tras reunirse con el titular del consejo de asignaciones, Sergio Páez, el presidente de la Cámara, Nicolás Monckeberg, dijo que "después de aclarar nuestra disconformidad con lo ocurrido en el Senado, y plantear que la Cámara no ha pedido ni va a pedir aumentos para asignaciones, damos por cerrado este episodio".