El gobierno argentino anticipó este miércoles que prepara medidas para combatir las operaciones de divisas en el mercado negro, donde el peso no deja de perder valor a diario, añadiendo presión sobre una de las tasas de inflación más altas del mundo.

Aunque no quiso adelantar las acciones específicas que tomará la administración de la presidenta peronista Cristina Fernández contra las cada vez más populares compras de dólares en el mercado paralelo, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo que sumará al Poder Judicial a la cruzada.

"Las acciones que va a hacer el gobierno no las va a divulgar anticipadamente. Nosotros, todo lo que sea de carácter ilegal, vamos a combatirlo con una sola herramienta: la ley", explicó en su conferencia de prensa diaria.

"Y pretendemos sea acompañada no solamente con acciones del Poder Ejecutivo sino también del Poder Judicial, porque efectivamente aquellos quienes efectúan transacciones ilegales tienen que efectivamente estar sometidos a la Constitución y las leyes que reglamentan su ejercicio", dijo.

El mercado negro se convirtió en el único acceso al dólar para los ahorristas argentinos que buscan protegerse de la alta inflación luego de que Fernández impusiera un control de cambios a fines del 2011 para cuidar los escasos dólares que genera la economía.

Este mercado existe desde hace décadas y ha sido tolerado por distintos gobiernos. Meses atrás, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, había dicho que no cometían un delito las decenas de personas que deambulan por las calles del centro de Buenos Aires ofreciendo divisas.

Pese a los rígidos controles cambiarios, el derrumbe de las reservas del Banco Central no se ha detenido y la entidad debe salir a diario a inyectar divisas para mantener funcionando una economía que muestra señales de debilidad por una inflación que rondó el 25% en el 2013, un tipo de cambio oficial elevado que perjudicó las exportaciones y pobres niveles de inversión extranjera.

El pesimismo de los argentinos sobre el futuro de la economía golpeó la popularidad de Fernández, cuya aprobación tocó el mínimo histórico del 27,4%, según un sondeo realizado en enero por la consultora Management & Fit.

Las reservas de la entidad, de las que el Gobierno también echa mano para honrar sus deudas en divisas, cerraron el martes a US$29.523 millones acumulando una caída del 31,8% inicios del 2013.

El peso en el mercado negro vale casi un 71% menos que en el mercado oficial, al que prácticamente sólo acceden empresas para realizar operaciones de comercio exterior.