Argentina incrementó en casi 200.000 millones de pesos (24.300 millones de dólares) su presupuesto para 2014, un monto que especialmente será destinado a otorgar subsidios a la energía, y el transporte público, destacó hoy la prensa local.

La decisión del gobierno argentino, impulsada por medio de un decreto que firmó la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, se conoció después de que fracasaron las negociaciones con los bonistas, denominados "fondos buitre", que no aceptaron una reducción en la deuda que el país tiene con ellos. Una situación de "turbulencia financiera" que deja a Argentina, según las agencias clasificadoras, en "default selectivo", destacó el diario "La Nación".

Para hacer frente al aumento del gasto, equivalente a un 22,5 por ciento más de lo programado por el Congreso Nacional, el gobierno argentino deberá "emitir una fuerte cantidad de deuda para afrontarlo y hundir el resultado financiero del ejercicio 2014 en un rojo de más de 155.423 millones de pesos (18.800 millones)", agregó el matutino.

"Los fondos se destinarán a subsidios y a pagar la estatización de

(la petrolera) YPF", sostuvo el diario, y señaló que los subsidios a la electricidad aumentarán un 110 por ciento para mantener bajas las tarifas del servicio público. "La cuenta crece por la mayor dependencia del combustible importado desde Bolivia y la devaluación del peso" efectuada a principios de año, indicó.

Por su parte, el portal de noticias "Infobae" recordó que el presupuesto aprobado en su momento por el Poder Legislativo "preveía cerrar con un rojo (déficit) final de menos del equivalente a un punto del Producto Bruto Interno (PBI) para la administración pública nacional. Ahora, se amplió el déficit fiscal a casi cuatro puntos", evaluó.

En un escenario de default de la deuda pública externa, que pone trabas a la búsqueda de financiamiento internacional, crecen "las necesidades de asistencia al Tesoro de otras fuentes de ingreso, como la emisión monetaria del Banco Central", señaló "Infobae".