El Gobierno de Argentina cerró el servicio de Internet provisto por la filial Fibertel del Grupo Clarín SA, diciendo que la fusión de la compañía con Cablevisión era ilegal.

"Fibertel dejó de existir por decisión propia", dijo el ministro de Planificación Julio De Vido en una conferencia de prensa en Buenos Aires. "Anunciaron una fusión que nunca fue aprobada". Los clientes de Fibertel están en libertad para encontrar otros proveedores y la compañía cesará sus operaciones dentro de 90 días, dijo De Vido.

La medida es la más reciente en una pugna entre Clarín y el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que dice que la compañía tiene una cobertura tendenciosa sobre la política oficial. El grupo de medios también es dueño de Clarín, el diario en español más leído de Latinoamérica.

Alrededor de 63% de los 1.870 millones de pesos (US$470 millones) del Grupo Clarín en ventas en el segundo trimestre provinieron de sus servicios de cable e Internet, según el informe de ganancias de la compañía. Fibertel tiene alrededor de 1 millón de clientes, dijo la compañía.

La oficina de prensa de Fibertel no respondió a llamados telefónicos de Bloomberg en busca de comentarios.