El Gobierno argentino implementará chips en las cajas registradoras de los supermercados para controlar el cumplimiento del acuerdo de precios, pactado con proveedores y las principales cadenas de distribución, que entró en vigor en enero, informaron este domingo medios locales.
Con estos chips, el Ejecutivo de Cristina Fernández tratará de vigilar, en tiempo real, que los comercios que forman parte del programa "Precios cuidados" no eleven el valor de los productos que integran la lista acordada, tras las últimas denuncias de los consumidores.
El nuevo mecanismo de control fue estudiado en una reunión que tuvo lugar el pasado jueves entre técnicos de la Secretaría de Comercio Interior y más de 100 firmas nacionales de electrónica y electromecánica, que plantearon un plazo máximo de tres meses para la fabricación de los chips.
Las tarjetas se ubicarán entre el lector de código de barras y el controlador fiscal de las cajas registradoras de los comercios, y enviarán datos acerca del producto y su precio directamente al organismo estatal.
La aplicación permitirá saber lo que cada supermercado cobra por un producto y también comparará los precios de ese producto con los de otros comercios de la zona.
La medida se unirá a las ya tomadas por el Gobierno para evitar la especulación de precios que se ha venido denunciando después de la puesta en marcha del programa "Precios cuidados", que incluye cerca de dos centenares de productos a precios pactados.
Hasta ahora ya existían aplicaciones para teléfonos móviles, como la conocida como "Precios OK", a través de las que los consumidores pueden escanear el código de barras de un producto para saber su valor y el lugar donde deben adquirirlo.
El Ejecutivo de Cristina Fernández cargó a principios de febrero contra empresarios y sindicatos y llamó a la colaboración ciudadana para denunciar los abusos y controlar el cumplimiento del acuerdo.
En los últimos días la presidenta habló telefónicamente con algunos consumidores para felicitarles personalmente por alertar sobre el incumplimiento del programa en varios supermercados.
Tras la fuerte devaluación que sufrió el peso a finales de enero, la inflación se ha convertido en la mayor amenaza para la economía argentina.