El ministro de Trabajo argentino, Carlos Tomada, cuestionó hoy las protestas callejeras de organizaciones políticas, sindicales y sociales ocurridas en los últimos días en Buenos Aires y los suburbios y que hoy volvieron a reiterarse.

"A mí no deja de llamarme la atención esta inusitada vocación por los cortes. Es preocupante", declaró el ministro a Radio 10 de Buenos Aires. "Soy poco afecto a las teorías conspirativas, pero hay algo detrás", sostuvo.

Agrupaciones de izquierda y movimientos sociales realizaron este martes nuevos cortes de calles y accesos a la ciudad de Buenos Aires, generando un nuevo caos vehicular y preocupación en las autoridades.

Tomada instó a los manifestantes a comprender que "éste no puede ser el mecanismo para dirimir los conflictos", ya que la situación social "está muy lejos" de la que vivió el país al inicio de la década, cuando se realizaban numerosas manifestaciones en varios puntos del país con reclamos sociales, laborales y de asistencia monetaria y alimentaria.

"En el año 2003 no había lugar con mayor cantidad de piquetes que en la puerta de mi Ministerio, pero era una situación distinta, eran excluidos de toda exclusión que necesitaban que los vieran", sostuvo.

"Pero estamos hablando de una situación social muy lejos de la que estamos hoy y una situación de conflicto también muy lejos de la que tenemos hoy", remarcó.

La nueva ola de protestas se incrementó días atrás con el conflicto laboral en la planta de la empresa alimentaria estadounidense Kraft Foods por el despido de 156 trabajadores. Varios de los despedidos tomaron la fábrica durante más de 35 días, hasta que la policía la desalojó por la fuerza en un violento operativo.

La embajada de Estados Unidos reclamó este lunes una solución "apropiada y duradera" del conflicto, al expresar su preocupación por la situación en la compañía.