La economía argentina se expandirá un 4,4% el año próximo, mientras que en el 2012 crecerá un 3,4%, menos de lo previsto originalmente, según el proyecto de ley de presupuesto 2013 enviado por el gobierno de ese país al Congreso.
Las cifras están por encima del umbral que gatilla el pago de la deuda pública atada a la evolución del Producto Interno Bruto (PIB), que originalmente se esperaba se expandiera un 5,1% en el 2012.
El presupuesto también estima en US$13.325 millones el superávit comercial para el año próximo y proyecta un resultado fiscal primario positivo de 2,32% del PIB.
El mantenimiento de los superávit comercial y primario son claves para el modelo económico proteccionista impulsado por la presidenta Cristina Fernández, que no dudó en restringir la importación de productos y prohibir la compra de dólares a los ahorristas para protegerlos.
El gobierno también espera utilizar US$7.967 millones de la reservas del Banco Central para afrontar vencimientos de deudas.
Con los mercados de capitales cerrados para el país desde la cesación de pagos del 2001/2002, la administración de Fernández ha tenido que echar manos de las reservas del banco para financiar el pago de deuda pública.
El presupuesto también estima en un 10,8% la inflación minorista para el 2013 comparado con un 10,7% esperado para el 2012.
Las estadísticas oficiales en el país están desacreditadas por denuncias de manipulación. Economistas privados y sindicatos estiman que la inflación este año superará el 20%.
El gobierno también prevé que peso cotice a un promedio de 5,10 por dólar el año próximo contra una tasa de 4,53 este año.