El gobierno argentino anunció que irá a la Justicia por los saqueos, pidió a los policías que están en huelga que utilicen las vías institucionales para el reclamo salarial y a su vez apuntó a la oposición por los hechos de violencia de la última semana, en la que ya hubo tres muertos.

El ministro de Justicia, Julio Alak, dijo que el gobierno va a "efectuar denuncias penales correspondientes" contra los policías que no cumplan con "el servicio esencial de seguridad" y contra quienes convoquen y participen en saqueos a comercios. 

"Se producen delitos muy graves contra la Constitución Nacional, como la alteración del orden público", advirtió el ministro en una conferencia de prensa, en la que llamó "a la reflexión para que quienes integran las fuerzas de seguridad soliciten sus necesidades pero en el marco de la ley".

Las fuerzas de seguridad en huelga "están promoviendo de forma indirecta robos, agravados, extorsiones y amenazas contra el pueblo argentino", dijo.

El ministro dijo que los saqueos "no son espontáneos, sino que están organizados porque detrás hay una organización que los estimula" y destacó que "está claro que tienen un componente que no obedece a una necesidad alimentaria".

Imágenes filmadas y fotos en distintas provincias muestran el robo a comercios de ropa, electrodomésticos y tecnología, entre otros.

Por su parte, el viceministro de Justicia, Julián Alvarez, denunció a través de redes sociales como Facebook hay "convocatorias" para que se realicen "saqueos en la provincia de Buenos Aires" y en otros puntos del país, generando "un clima de desestabilización", por lo que responsabilizó a "sectores políticos".

Alvarez involucró "al ex policía Salvador Baratta, hoy concejal por massismo", en referencia a uno de los principales referentes de la oposición en la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa. Lo acusó de "extorsionar a los municipios" para que permitan agremiar a los policías.

Alak rechazó la sindicalización de los policías por considerar que "es incompatible con la portación de armas (...) Quien ingresa en una institución policial sabe que no puede recurrir a una medida de fuerza", explicó.

En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, dijo que "es muy llamativo el silencio de sectores de la oposición que a esta altura deberían haber salido a condenar públicamente de manera muy contundente los saqueos y hechos violentos" que se han producido en varias provincias.

Luego de estos dichos, Massa salió a repudiar los saqueos y, en un comunicado, dijo que quien comete esos hechos "es un ladrón". El diputado opositor convocó a intendentes y legisladores de su espacio político para colaborar con autoridades.

Mientras, también mediante un comunicado, la opositora Unión Cívica Radical reclamó al gobierno que asuma su "responsabilidad" y garantice la "convivencia" ante los saqueos registrados en diversas provincias y los planteos salariales de los policías, a la vez que rechazó que haya intentos de "desestabilización" de parte de sectores políticos.