El jefe de gabinete, Aníbal Fernández, dijo que se investigará a "quienes pagaron para hacer esta pantomima", al negar responsabilidad del gobierno con una inusual inspección del ente recaudador de impuestos al diario Clarín y otras dependencias de ese grupo.

"Sería de estúpido haberlo organizado para después aparecer en la tapa del diario", sostuvo Fernández, un día después de ocurrido el episodio.

El principal titular de Clarín del viernes dice: "Operativo oficial de intimidación a Clarín".

Fernández, en declaraciones a radio Continental, dijo que ese operativo podría haberse tratado de "una operación política para perjudicar al gobierno" y que las autoridades van a "investigar a quienes pagaron para hacer esta pantomima".

Más de 100 agentes del ente recaudador de impuestos inspeccionaron el jueves la redacción del diario Clarín y otras dependencias pertenecientes al grupo, cuyos ejecutivos calificaron al inusual operativo como una intimidación del gobierno.

La inusual inspección coincidió con las tensiones entre el gobierno de Cristina Fernández y algunas empresas periodísticas por un polémico proyecto de ley de medios de comunicación que según la oposición y organizaciones periodísticas podría ser utilizado por el Poder Ejecutivo para controlar a la prensa.

En diálogo con el canal de cable Todo Noticias -perteneciente al Grupo Clarín- el editor general del diario, Ricardo Kirschbaum, aseguró que se trató de "un operativo de intimidación".

Kirschbaum sostuvo que en el lugar se presentaron unos 150 inspectores de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para "entrevistar a cada uno de los empleados presentes para ver sus condiciones de legalidad".

El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, negó el viernes que haya ordenado esa inspección y no descartó que el procedimiento haya sido una operación "contra el gobierno".

La relación entre Clarín y el gobierno comenzó a deteriorarse hace más de un año cuando partidarios de la mandataria y de su esposo y antecesor Néstor Kirchner lanzaron consignas contra algunos medios del grupo en actos oficiales.

Clarín denunció la semana pasada que dos altos directivos fueron objeto de agresiones e intimidaciones en sus domicilios, que se sumaron a la aparición de carteles y pintadas callejeras contra el diario.