A través de una nota oficial, la Secretaría de Inteligencia de Argentina informó que la presidenta Cristina Fernández autorizó que fuera desclasificada la información de inteligencia solicitada por el fiscal Alberto Nisman -quien fue encontrado muerto el domingo pasado- en relación al caso AMIA.
Así, el titular del organismo, Oscar Parrilli, informó a la jueza María Romilda Servini que se debía levantar hoy el secreto que pesaba sobre la identidad de los espías que aparecen en las escuchas que realizó el persecutor. Mismas identidades que anteriormente el gobierno se negaba a revelar, según detalló el medio trasandino El Clarín.
El mismo medio indicó que para Nisman, uno de los espías que figura en la causa tenía acceso privilegiado a la mandataria argentina, quien fue además un partícipe activo del plan de encubrimiento para fabricar la inocencia de los sospechosos iraníes, acusados de hacer estallar la sede de la mutual judía en 1994.
De esta manera, Parrilli ordenó "la declasificación de las identidades, las acciones, los hechos y circunstancias correspondientes al personal de inteligencia que surge del producto de intervenciones telefónicas de los abonados" a cuatro número telefónicos detallados en la circular, tal como lo había solicitado el fiscal federal.