El gobierno argentino reiteró hoy su sospecha sobre las causas de la muerte del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, cuyo cuerpo fue hallado con un disparo en la sien tras denunciar a la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, por encubrimiento.
"No está muerto por una casualidad", dijo el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, a la prensa.
El funcionario sostuvo la postura que había expresado un día antes la jefa de Estado en una larga carta que difundió por la red social Facebook. En el texto, Kirchner se había mostrado "convencida" de que Nisman no se suicidó, como surge hasta ahora de la investigación judicial, y afirmó que su muerte era la "verdadera operación contra" su gobierno.
El fallecido fiscal apareció muerto en su vivienda el domingo. Cuatro días antes había denunciado a la mandataria, a la que acusó de encubrir a los iraníes sospechosos de volar la mutual judía AMIA, el peor atentado de la historia argentina, que dejó 85 muertos en Buenos Aires en 1994.
El fiscal se iba a presentar el lunes en el Parlamento para dar detalles y aparentemente mostrar pruebas de su denuncia, la cual, para la jefa de Estado "no tiene sustento" y "nunca fue en sí misma la verdadera operación contra el gobierno".
Para Aníbal Fernández, Nisman "no pudo haber escrito" el dictamen porque "está plagado de horrores jurídicos" y "es un espanto". Kirchner, en la carta hecha pública en las redes sociales, había asegurado que las pruebas que manejaba el fiscal podrían haber sido "plantadas".
Por su parte, el jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, consideró hoy que son "legítimas las dudas que tiene la sociedad argentina" en torno al caso.
"Bregamos para que Dios ilumine a los funcionarios judiciales" para esclarecer la muerte del fiscal. Los investigadores, comentó en una conferencia de prensa, "tendrán todo el respaldo del Estado, del gobierno y del pueblo argentino" para avanzar en la causa.
Este jueves por la noche la fiscal al frente de la investigación, Viviana Fein, inspeccionó en el edificio que habitaba Nisman la sala donde se encuentran las cámaras de seguridad en busca de más detalles y posibles visitas.