El gobierno argentino reconoció hoy que existen "problemas de inseguridad" ante el incremento de los asesinatos y los robos, pese a que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner señaló que "los hechos delitictivos no comenzaron hace dos años, estaban en el '93".
Los hechos delictivos acaparan la atención de los medios de comunicación, tras registrarse 21 asesinatos en asaltos en la provincia de Buenos Aires y la capital argentina -la principal región metropolitana del país- en lo que va del mes de abril.
La Procuración General de la Suprema Corte de la provincia de Buenos Aires informó en tanto que en 2013 hubo 723.138 denuncias penales, un 5 por ciento más que el año anterior. Los homicidios dolosos crecieron en tanto un 8 por ciento, mientras los robos a mano armada se incrementaron en un 21 por ciento, según publica hoy el diario Clarín.
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, admitió hoy que "objetivamente existen problemas de inseguridad" y llamó a "aunar esfuerzos para resolver" esta situación.
Randazzo pidió "trabajar sin hacer especulación, sin ventajas partidarias, porque está en juego una cosa muy sensible, como lo es el tema de la seguridad ciudadana". "Debe haber la suficiente madurez como para no sacar ventaja mezquina, estúpida, frente al dolor de la gente", declaró el funcionario.
En tanto, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, afirmó que las formas de actuación de las bandas "a los efectos de cometer hechos delictivos van mutando a través del tiempo".
"Desde robo automotor hasta abigeato, hasta lo que significa secuestros extorsivos, hasta distintos mecanismos que, obviamente, generan intranquilidad desde el punto de vista social", ejemplificó.
En cambio, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, reconoció que "hay una inseguridad cruel por las armas y las drogas".